divendres, 11 de maig del 2012

1/2 Euroleague. Olympiakos 68 - F.C.Barcelona 64: La décima era blaugrana...




El Barça puede darse por satisfecho de haber llegado al último minuto con opciones de ganar el partido.  Porque hacerlo sin haber jugado ningún minuto bien durante toda la semifinal tiene mucho mérito. A remolque del Olympiakos durante todo el encuentro, al final el Barça perdió merecidamente por 68 a 64, perdiendo la posibilidad de medirse contra el CSKA en la final, que venció al Panathinaikos en la otra semifinal.


 


 Final Four


Una salida en trompa de los griegos, que anotaron 3 triples de salida les permitió jugar siempre a favor del marcador e imponiendo el ritmo del partido que siempre le convenía. Fue gracias a Spanoulis, que a pesar de no tener prácticamente descanso durante el encuentro, se merendó a los dos bases culés, Huertas y Sada.


Desde el inicio el Barça estaba timorato, con miedo a tirar cuando se podía y cuando se hacía sin acierto ni convicción. En el primer cuarto el Barça anotó 4 canastas debajo del aro. Dos en jugada individual y otras dos tras rebote ofensivo, aspecto que permitió al Barça estar siempre cerca del rival, pero que en el último cuarto le hizo perder el partido, ya que Dorsey capturó 4 en los últimos 5 minutos que impidió a los de Pascual ponerse por delante en el marcador.


Siempre fue a remolque menos en un instante del segundo cuarto. Pero cada vez que podía mandar en el marcador, el Olympiakos encontraba una respuesta ofensiva. Casi siempre una buena acción ofensiva de Spanoulis, que bien por un tiro o bien con una penetración más asistencia lograba siempre estirar la diferencia.


Nunca fue muy grande, no pasó nunca de los 10 puntos porque el Barça es mejor equipo que los griegos. Pero algo tendrán los de  Ivkovic cuando consiguieron anular las principales armas ofensivas que estaba mostrando el Barça en el último mes. Lorbek desaparecido en la pintura, ya que muy pocas veces logró jugar cerca del aro.


Lo mismo paso con Pete y Eidson, ambos muy lejos de su mejor nivel, dejando solo a Navarro en el perímetro, que con su fe sostuvo al equipo y le hizo llegar al final del encuentro con opciones de ganar. El capitán fue el único jugador culé que pasó de los 10 puntos, hecho que ocasionó que la defensa griega se cerrase sobre él.


Aún así, como hemos dicho, el Barça pudo ganar el encuentro. Unas decisiones arbitrales más que dudosas permitieron que a falta de 30 segundos con dos abajo Marcelinho tuviese un triple claro, desde la vertical de aro a unos 7 metros del aro. No consiguió arreglar su pésimo partido, erró el tiro y ahí se terminaron las esperanzas de victoria del Barça.


No sería justo focalizarlo en el brasileño. Hoy excepto Navarro y Vázquez, nadie se ha acercado ni siquiera a su mejor nivel.  Pero comparar a Spanoulis, Diamantidis o Teodosic con Huertas explica muchas cosas. Hasta la fecha, el Barça tiene dos Champions. Una con Sara de base y otra con Ricky.  Cuando las finales se perdían injustamente o contra la Yugoplastica, los bases eran Solozabal o Djordjevic. ¿Casualidad?


¿ Sabemos cuántas Final Fours hemos perdido?


The Digital Garden.



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