A pesar de llevar más de diez días desde que Guardiola hablase por última vez, parece que la tranquilidad vuelve a reinar en el entorno barcelonista. Discusiones sobre la belleza (o no) de la camiseta y debates cíclicos sobre refuerzos tienen al culé alejado de las polémicas de la semana pasada.
Esta tranquilidad inquieta a los más pesimistas, que ven con recelo la final de Copa afirmando que parece como si el Barça fuese a Madrid a homenajear a Guardiola y el Athletic Club, a luchar por la Copa. Aunque quien quiere tener argumentos para el pesimismo encuentra cualquier razón para ello.
Así, no hay pocas voces críticas con la preparación que ha diseñado Guardiola para la final de Copa. Se han puesto en duda los dos días y medio de descanso que tuvieron los jugadores, del viernes al lunes por la tarde, diciendo que estos pueden llegar desconectados al partido y con la mente en otra cosa.
Tenemos claro que si se gana o se pierde no será por estos dos días. Guardiola siempre ha funcionado así, incluso ante finales de Champions. No es nada nuevo. Por suerte, en el Calderón el protagonista será el balón y en base a ello deben girar todas las excusas y argumentaciones de antes y después del encuentro.
Estamos deseando saber si Montoya será titular en la banda derecha o si Guardiola hará lo de casi siempre que tiene bajas en defensa: Buscar la solución que le evite poner en riesgo a algún canterano. Tiene varias opciones para no jugar con Montoya, comenzando por la defensa de tres y terminando por poner a Busquets de central junto con Piqué.
La primera opción, la defensa de tres, es la más peligrosa. Sobre todo porque en un partido de ida y vuelta como el que propone siempre Bielsa, los espacios que se generan detrás de los defensas son muy grandes, y gente como De Marcos pueden hacer destrozos, ya sea aprovechando los pases de Muniaín o Ander Herrera, o las segundas jugadas que genera Llorente.
Si optase por jugar con defensa de cuatro y sin Montoya, Mascherano sería quien ocupase el lateral derecho, puesto que ya ha desempeñado en alguna ocasión, dejando el eje central a Busquets y Piqué. La duda sería quién jugase por delante de la defensa, si Keita o Thiago.
La opción de Keita permite al equipo pelear los balones por alto con más solvencia que con Thiago, dejando a los centrales la tarea de preocuparse por las segundas jugadas. Pero por contrapartida la salida de balón siempre es más lenta con el africano, que necesita un toque de más que el resto de compañeros para iniciar la posesión, lo que impide que Xavi e Iniesta inicien el juego con comodidad.
Con Thiago de pivote, la pelota circula mucho más rápido, llegando incluso a batir líneas de un solo pase. Eso permite que Leo entre más en juego y que reciba más cerca del área. El juego aéreo de Thiago es bueno, pero ante Llorente se nos antoja insuficiente, no por deméritos del chico, sino porque el delantero es uno de los jugadores más potentes jugando de espaldas al arco.
Seguramente acabará jugando Montoya de titular y nada de lo dicho servirá. Pero siempre es mejor hablar de fútbol y no de otras cosas. Sobre todo cuando alguien tiene la esperanza de desviar la atención con unas declaraciones sin sentido, propias de quien dice una cosa y predica otra, esperando que nadie le diga nada sobre sus mentiras. Ya dicen los abuelos que lo último que se pierde es la esperanza… aunque Esperanza pierda la cabeza.
¡¡¡No sabéis cómo nos gusta hablar de fútbol!!!
The Digital Garden.
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