dimarts, 15 de maig del 2012

El fútbol es el lobo para el fútbol.




En el mundo del fútbol hay muchas cosas a mejorar. De no hacerlo, seguramente el actual modelo no podrá continuar tal y como lo conocemos ahora.  De los múltiples problemas que tiene, el principal es la incapacidad que tienen sus protagonistas de mirar más allá de sus propios intereses, actuando incluso de un modo del que es difícil obtener algún beneficio individual.


Los dirigentes  se enfadan cuando se lanzan acusaciones de compra de partidos olvidando que cuando hay pruebas claras de ello se mira hacia otro lado, se esconde bajo la mesa y aquí no ha pasado nada. Los jueces sancionan un mismo insulto de diferente manera dependiendo el eco que tendrá la acción, sin importarle el daño que haga eso a la competición.


Los operadores de televisión pagan cantidades por encima de de lo imaginable. Los clubs de fútbol pagan a los futbolistas por encima de lo que ingresan confiados en que si no pagan lo prometido nada les va a pasar. Los futbolistas utilizan los contratos firmados solo en los casos en que su rendimiento está muy por debajo de lo pactado.


Así podríamos seguir con miles de ejemplos. Pocas cosas en el mundo del fútbol están hechas para   el beneficio del propio deporte.  Y si a pesar de todo, sigue siendo el deporte más seguido en el mundo, que más espectadores mueve alrededor del mundo, es que las posibilidades del mismo son infinitas.


Todo esto nos viene a la cabeza por algo que escuchamos decir a Puyol la pasada semana. Él quiere jugar hasta los 40 pero lo quiere hacer sin renunciar a nada. Evidentemente, él se ve capaz de jugar hasta esa fecha sin renunciar a nada, a pesar de que la realidad se está empeñando a demostrarle que es imposible lo que pretende.


Tal y como entrena y se cuida Puyol, tal y como es su constitución física, si Puyol jugase de ahora en adelante 40 partidos por año, no tendríamos ninguna duda de que estaría en la élite 3 o 4 años más. Para eso debería renunciar a la selección, no por amor al Barça( eso lo podemos decir nosotros pero no se lo podemos exigir a nadie) si no por amor a sí mismo.


Puyol disfrutaría de  3  periodos de 2 semanas de descanso durante la temporada en la que se podría recuperar perfectamente de golpes, dolores, etc, así como administrar las fuerzas de una manera mucho más lógica que ahora. Por fortuna para él, Puyol ha aprendido a entender el fútbol y su despliegue físico en el campo es menor del que hacía hace 8 años, hecho que sin embargo no le evita tener que descansar bien para competir a tope.


Hace muchos años, muchos, un filósofo nos enseño a todos que el hombre es el lobo del hombre.  Ahora, nosotros podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que el fútbol es el lobo del fútbol. Si nadie se detiene a reflexionar dos segundos sobre lo que los principales protagonistas del deporte están haciendo, se corre el peligro de que nuestros hijos nos pregunten que era aquello que en nuestra juventud levantaba pasiones.


No sabéis que poco entendemos lo que pasa en el fútbol!!!


The Digital Garden.



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