El Camp Nou se vistió con las mejores galas para despedir a gran referente de los últimos 4 años. En un Camp Nou lleno hasta la bandera Guardiola pudo tener la despedida que le hurtaron como jugador. Todo fue sobrio y emotivo, acompañado todo ello por la goleada culé, que vencieron 4 a 0 al Espanyol.
No fue un partido espectacular aunque suficiente para que el Barça se llevase los tres puntos y para que Messi siga batiendo las pocas metas que le quedan por superar, ya que con sus 4 goles de la noche, se sitúa como el máximo goleador en una liga durante una temporada completa, ya que a falta de una jornada lleva la friolera de 50 goles.
Sigue Guardiola con la idea de preparar al equipo de cara a la Copa sin hacer demasiadas rotaciones. De nuevo un equipo titularísimo, donde el único jugador que no ha estado en las grandes batallas era, de nuevo Montoya, aunque en el futuro va a estar en casi todas.
Como siempre, ante el Barça el Espanyol da lo mejor de sí mismo. Con la presión arriba y la defensa en la línea de medios, para no dejar espacios a la espalda de los centrales, la concentración debe ser máxima. Así fue y al Barça le costó mucho crear ocasiones, aunque suyo fue el mando del partido.
Marcó pronto el Barça. Fue Leo Messi tras sacar magistralmente una dudosa falta señalada a uno 25 metros de la portería. Pero no fue Leo quien hizo despertar la admiración de los aficionados. Un pletórico Iniesta lideró al equipo y todas las ocasiones de gol salieron de sus botas.
Escorado en la izquierda actuando como falso extremo, siempre lograba superar a su par en el mano a mano y recibir solo gracias a la rápida transición que hacían Busquets, Thiago y Ketia. El dominio del Barça no se plasmó en demasiadas ocasiones pero las tenía eran muy claras.
En el inicio de la segunda mitad no se modificó nada la dinámica del encuentro. Pedro moviéndose por todo el frente de ataque tirando desmarques sin parar , mucha posesión del Barça, pero sin generar ocasiones. Por eso Guardiola ordenó defensa de 3, adelantando a Adriano a la posición de extremo y centrando la posición de Iniesta.
El Barça consiguió de este modo abrir más la defensa blanquiazul y a punto estuvo de marcar el segundo tras buenos disparos de Adriano e Iniesta, que se fueron fuera por poco. Minuto a minuto el asedió culé era mayor y en el 19 de la segunda parte Messi marcó de penalti el segundo, que sentenciaba el partido.
El Espanyol bajó los brazos. A pesar de que Mascherano salvo bajó los palos un balón que se colaba tras una mala salida de Pinto, el Barça se permitió el lujo de conseguir una goleada y de que Leo alcance unos números del siglo pasado, pero no de la televisión en color, sino de cuando el fútbol aún no se televisaba.
Messi marcó en una contra de libro el tercero, ganando por velocidad a los centrales y disparando duro con la izquierda cuando entró en el área. El cuarto fue de penalti y terminó con un abrazó conjunto de todo el equipo con Guardiola, que a pesar del poker de goles de Leo, fue el protagonista indiscutible de la noche.
Al final del partido nadie se movió. Se había de despedir, o decirle hasta luego, a un mito viviente de la institución, alguien que soñó de niño, maduro de adolescente e hizo soñar a todos los culés en su madurez. Como el mismo dijo en su discurso de despedida, él no abandonará al barcelonismo.
Lo que debe saber y seguro que sabe, es que él nunca estará solo. El barcelonista jamás le abandonará, vaya donde vaya y haga lo que haga. Su legado va mucho más allá de las copas que ha llevado al museo. En estos 4 años ha podido terminar lo que comenzó como jugador, conseguir que el Barça sea un espejo en el que se mira todo aficionado al fútbol.
No sabéis lo cerca que nos tendrá siempre Guardiola!!!
The Digital Garden!!!
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