Suele decirse que la Final de Copa es el partido más atractivo del año en España. Un partido que debe hacer que los dos clubes sólo tengan la atención puesta en el encuentro. Pues bien, el barcelonismo, horas antes del pitido inicial, sólo tenía ganas de escuchar a su guía por última vez, ya que tras el partido, suceda lo que suceda, no va a ser lo mismo.
Desgraciadamente, en los más de tres cuartos de hora que ha estado Guardiola en rueda de prensa, éste ha hablado de casi todo, dejando muy poco tiempo para discernir sobre la final. Una final a la que ambos equipos llegarán con la gasolina a tope, con la mejor preparación posible, lo que les permitirá expresar su juego en su máximo esplendor.
Esto significa la posibilidad de poder ver un partido de los que se tardan en olvidar. Ambos equipos quieren la pelota. Los de Bielsa para ir de forma agresiva y rápida hacía la portería rival. El Barça la quiere para ordenarse a través de ella y buscar los espacios en la defensa rival a base de moverla de un lado a otro. Dos propuestas distintas en la forma pero iguales en el fondo. Ambos quieren imponer sus virtudes a través de la pelota, queriendo ser protagonistas siempre.
Guardiola ha trasladado al barcelonismo la idea de que sus chicos llegan a la final en las mejores condiciones posibles. Estas semanas sin fútbol, según Guardiola, les han venido bien a sus jugadores para oxigenar piernas y cabeza, así como permitirles poder trabajar aspectos tácticos que en otras ocasiones no se ha podido.
Uno de los factores diferenciales entre ambos equipos a los que ha hecho referencia Guardiola es al hambre y necesidad de ganar, en el buen sentido, que tienen los de Bielsa. Ahí ha asegurado el técnico catalán no pueden llegar ya que la gran cantidad de títulos conseguidos por sus hombres hace que “el hambre” sea menor.
Por eso el Barça deberá trabajar el partido desde el principio hasta el final. En una referencia a la finalísima de la UEFA, Guardiola ha recordado que el Athletic Club peleó el partido hasta el 2 a 0, que le quitó la pelota al rival y que tuvo más oportunidades que los de Simeone.
Pero ahí no estamos de acuerdo con Pep, ya que de repetirse el escenario de Bucarest, el Barça puede darse por contento. Ese día los de Bielsa tuvieron la pelota pero creando menos peligro que de costumbre. En defensa, dejaron más espacios ya que en ningún momento estuvieron lo suficientemente juntos evitar los movimientos de los puntas rivales.
Tiempo habrá para discutir sobre lo todo lo demás a lo que ha hecho referencia Guardiola: El entorno, Tito, su futuro y el del club han sido el eje de su discurso. Como si echase de menos hablar, ha mostrado una energía y contundencia que hacía tiempo que no se veía en su discurso. Esperamos que sus jugadores estén igual y den a su míster la última alegría de 4 años inolvidables para todos.
¡¡¡No sabéis que partidazo veremos mañana!!!
The Digital Garden.
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