Han pasado ya unos días desde que se supo el adiós de Guardiola y el anuncio como su sustituto de Tito Vilanova. Una vez pasado las emociones iniciales, una duda corroe a algunos. ¿Podrá existir el Guardiolismo sin Guardiola? A nuestro juicio no hay peor pregunta para intentar explicar el futuro del club.
Preguntar eso significa no entender nada de lo ocurrido en el club en los últimos 25 años. Han sido muchos los que han perdido tiempo en explicar la transformación sufrida del club en la era moderna y que le ha permitido dejar atrás el aura de perdedor para convertirse en un club ganador.
Johan Cruyff dijo a todo el mundo culé, que aquello que Laureano Ruiz, Rinus Michels, Menotti o Oriol Tort entre otros estaban intentando, sin éxito, implantar en el club sería a partir de ese instante dogma de Fe y en base a ello, construir los cimientos bajo los cuales se sustentaría el club. Esos cimientos son los que han permitido a Guardiola diseñar el piso que ahora estamos disfrutando.
Guardiola también se ha cansado de repetir que todo su trabajo no tendría sentido sin lo hecho antes por Frank. Futbolísticamente hablando, en estos 4 años se ha alcanzado la excelencia, pero la base del fútbol es la misma que con Frank, la misma que con Van Gaal, la misma que con Johan. La misma con la que hemos conseguido ganar 11 Ligas de las últimas 22.
Si la duda que existe es saber si con Tito el modelo futbolístico tendrá continuidad, creemos que no debe haber ninguna duda sobre ello. Si dudamos por la supervivencia de todo lo ajeno al fútbol y que tan bien ha manejado Guardiola en estos 4 años, esa es otra cuestión, y a nuestro juicio de escasa importancia.
Tito Vilanova seguramente no será amigo del director de turno de TV3, ni tendrá amistades importantes dentro de la sociedad civil catalana, ni tendrá un discurso que tan bien estructurado bajo el que pueden esconderse tanto el Presidente del Club, como el de la Generalitat. No, eso seguramente no lo volveremos a ver.
Pero seguro que continuaremos viendo al entrenador del Barça felicitar al rival cuando se pierda, no se buscarán excusas cuando no se gane, seguro que se respeta siempre a los rivales, convencidos estamos que no se abandonará el camino que marcó Frank cuando llegó en el 2003 y que, como en lo futbolístico, Guardiola elevó a niveles de perfección difíciles de imaginar.
Pretender que Tito sea Guardiola es un inmenso error. El peor de los posibles. A Tito solo hay que exigirle una cosa. Fidelidad a los fundamentos básicos de aquello que el propio Guardiola llama Cruyfismo. Todo lo demás, dependerá de su trabajo, del acierto de los jugadores y del azar. ¿ Alguien duda de que con Tito seguiremos bajo la filosofía que hace 25 años Cruyff pego en el escudo y que con Guardiola nos la hemos tatuado todos?
Es lo más normal del mundo que ante una situación de cambio el ser humano tenga miedo. Los cambios, sean grandes o pequeños, siempre ponen a las personas ante una prueba de madurez. El barcelonismo, gracias a la excelente puesta en escena del pasado viernes, ha sabido estar a la altura.
Pero no debemos equivocarnos de miedo. El miedo no es si la vida será igual sin Guardiola. El magnetismo de Pep es insuperable. Por todo. Lo que nos debe preocupar es si seguiremos intentando jugar de la misma forma y que si con Tito lucharíamos por los títulos igual que lo hubiéramos hecho de no salir Guardiola. A ambas preguntas nosotros contestamos afirmativamente. ¿ Y vosotros?
No sabéis en las buenas manos que estamos!!!
The Digital Garden.
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