Que la Premier League esté considerada como la mejor Liga del mundo es algo que quien más quien menos puede estar de acuerdo. Contratos televisivos estratosféricos, patrocinadores que apuestan fuerte, un gran marketing y una organización envidiable. Una gran estructura sin duda. Pero lo cierto es que cuando los grandes equipos de Inglaterra pisan suelo extranjero en la principal competición europea, no dignifican ni justifican el pertenecer a la liga más competitiva del planeta. Lo vimos el año pasado con el Manchester United, lo vimos hace unos meses con el Liverpool en el Bernabéu y lo hemos vuelto a ver hoy. El Chelsea ha empleado el mismo sistema, el mismo patrón de juego que el Espanyol, equipo de la parte baja de la tabla en la Liga Española, utilizó hace unos meses en el Camp Nou. Interrupciones, cerrojazo, faltas, patadas… un despliegue de no fútbol, de fútbol subterráneo. Presupuestos totalmente antagónicos, pero mismo estilo. Hoy el Chelsea, ha parecido el Espanyol de Pochettino.
El Barça, por el contra, ha sido el único equipo que ha intentado crear fútbol y mirar a portería. A pesar del resultado, hoy es uno de esos días que los culés podemos estar contentos. Contentos porque sabemos que nuestro equipo jamás saldrá a jugar como lo ha hecho hoy los de Hiddink. Las cosas pueden salir bien o mal, pero este Barça siempre garantiza que saldrán a atacar y a ofrecer un buen espectáculo. Los ingleses sacan pecho por la Premier, pero hoy, el Barça, él solito, ha enseñado a toda Europa que quizás esto de la Premier tampoco es tan espectacular ni eléctrica como dicen. Solo hay que ver el vídeo repetido del partido de hoy. 22 jugadores, pero solo 11 dispuestos a jugar. Los de Pep han seguido el guión de siempre. Manteniendo la posesión de balón y moviendo el balón de lado a lado intentando romper el autobús que ha instalado hoy el conjunto londinense alrededor de su área. Es estas circunstancias es cuando al Barça le cuesta más elaborar su juego tan purista y eléctrico. Tener a Messi bien vigilado por Bosingwa y Essien, y Xavi e Iniesta perseguidos por Ballack y Mikel , le ha bastado al Chelsea para desactivar el entramado ofensivo barcelonista.
Solo en disparos de media distancia el Barça ponía en apuros a Cech. Un recurso que el Barça no tiene explotado y que históricamente siempre se le ha atragantado. Paradójicamente, ha sido el Chelsea quien ha gozado de la mejor oportunidad de los primeros 90 minutos. Error clamoroso de Márquez que deja solo a Drogba ante Valdés, que el meta del Hospitalet resuelve con gran solvencia. A ver quien lo critica hoy.
El susto ha dejado al Barça un tanto tocado hasta el final de los primeros 45 minutos. Los nervios han hecho mella y el pitido final ha llegado en el momento preciso para recapacitar en el vestuario. En la reanudación, lo que se ha visto ha sido escandaloso. Los primeros 10 minutos han sido una auténtica farsa. Directamente no ha habido fútbol. Parones constantes, faltas, Cech perdiendo tiempo ante la permisividad del árbitro.. han sido 10 minutos de auténtico suplicio que el árbitro no ha sabido, ni ha querido parar. Aquí nos paramos, en la labor del árbitro esta noche. Bien que sus decisiones no han sido trascendentales para el resultado, pero el señor Stark, ha sacado las mismas tarjetas a ambos equipos, cuando uno ha hecho 20 faltas y el otro tan solo 7.
Que nos lo expliquen. Asimismo, si la UEFA promueve el ofrecer un espectáculo vistoso y atractivo, que empiece por mentalizar a sus árbitros que las constantes pérdidas de tiempo deben ser amonestadas o que las tarjetas amarillas, si son amarillas, que se saquen, independientemente de si es la primera o si el jugador ya tiene una amonestación.
Después de esos 10 minutos más dignos de un partido de fútbol americano, el Barça ha vuelto a tomar el mando del partido pero topando una y otra vez contra el muro capitaneado por Alex y Terry. Aún así, Eto’o ha tenido el gol en una jugada individual que ha sacado Cech con el pié. Con un Messi apagado y un Henry descendente, Eto’o ha sido el delantero más incisivo. Por eso, el cambio por Bojan no lo ha entendido nadie, y más aún, viendo que Henry estaba fundido físicamente.
En los últimos minutos ha sido cuando el Barça ha tenido las mejores ocasiones. Un cabezazo de Bojan a bocajarro (cuánto se echa de menos un delantero rematador saliendo desde el banquillo!), un mano a mano de Hleb y un centro chut de Alves, han estado a punto de convertirse en gol y el pegar primero en esta eliminatoria. Las peores noticias vienen en la línea defensiva. Márquez se ha lesionado solo y con el menisco roto, se pierde lo que resta de temporada. Baja segura para la vuelta juntamente con Puyol, quien ha visto una tarjeta innecesaria que refleja el momento de forma por el que pasa el gran capitán. En Valencia ya demostró síntomas de desconcentración y hoy los ha confirmado. Una tarjeta absurda que deja en manos de Piqué, la responsabilidad defensiva en el partido de vuelta.
Se abre así pues, la veda para las apuestas acerca de quien será el acompañante del 3 azulgrana en el eje de la zaga. Empate a cero que deja las espadas en todo lo alto. No es ni bueno ni mal resultado. Marcar en Londres supondría gran parte del billete hacia Roma. Es difícil pensar que el Barça en 180 minutos no marque un gol.. es por eso que confiamos y que no perderemos la ilusión. Eso si, ahora, a por el Madrid.
¡ No sabéis lo orgullosos que estamos ser del Barça! The Digital Garden
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