dilluns, 20 d’abril del 2009

LA PENITENCIA DE PIQUÉ





 


Piqué, a pesar de las dudas iniciales que tenía mucha parte de la culerada, nosotros incluidos, se ha asentado dentro del 11 titular de Pep y es visto como los seguidores como un ejemplo a seguir y uno de los referentes en el futuro del club.


Más allá del rendimiento deportivo, Piqué está demostrando una fidelización con el club que es casi imposible de imitar. Es normal verle en los partidos de las diferentes secciones del club. No solo  los partidos del básket, sino el fútbol sala o el balonmano gozan de la presencia del central.


 


Su caso es extraño. De entrada, hay un amplio sector de aficionados que considera inaceptable que el club fiche a jugadores que en edad juvenil se han marchado del club por dinero o por no ser pacientes para esperar una oportunidad, tal y como han hecho Messi o Iniesta.


Nosotros comulgamos con esta corriente. Un chico que en edad temprana no tiene paciencia y se marcha al extranjero sin compensar al club que le ha formado no debe volver al club a precio de Rey, ni con vitola de ejemplo a seguir, ya que el daño a la cantera sería irremediable.


Es por eso que Piqué, quizá consciente de eso, está queriendo dejar constancia en todo momento que su sangre es blaugrana y que, más allá de estar practicando su profesión, está cumpliendo un sueño, que con la  espectacular temporada que está llevando el equipo hacen que este tremendamente  feliz.


 


Pero todo esto, unido a su progresión como futbolista, no debe hacernos olvidar los orígenes de Piqué. Se fue del club en unas extrañas circunstancias. Se ha llegado a decir que  su abuelo Amador Bernabeu, ex directivo del club en la etapa Nuñista, tuvo mucho que ver en la decisión del jugador.


Lo cierto es que se marcho, cuando contaba con todo el beneplácito de los técnicos de aquel momento, que lo veían como lo que es ahora, uno de los mejores centrales del momento. Por lo que fuese, se fue como hacen muchos otros, donde él ganaba mucho y el club de sus amores no recibía nada.


Los 7 millones de euros que costo Piqué son razonables y entran dentro de la lógica, ya que es un coste asumible para la caja del club. Pero si en lugar de 7 hubiesen sido 24, la situación hubiese sido distinta y todo el trabajo hecho en la cantera correría serio peligro de ser inútil.


 


Y es que si le mandamos un mensaje a los chicos de 15,16 años en el que vean que  se pueden ir en el momento que  alguien les ofrece algo más que un plato de lentejas y luego volver cuando y como quieran y siendo ellos quienes ponen las condiciones, mejor que dejemos de malgastar tiempo y dinero con la cantera.


Sí, decimos esto porque un hipotético fichaje de Cesc por las cantidades que se están barajando, puede suponer el principio del fin del modelo actual de club. Piqué, muy gustosamente y seguramente de forma espontánea, está pagando la penitencia, pregonando su innato barcelonismo a  los 4 vientos.


En un momento en que el Barça arrasa en la Liga con 7 jugadores del plantel en el equipo titular, es cuando hemos de pensar en ello. Si somos la envidia del mundo es por algo. Más allá de la ambigüedad con la que se muestra en los medios Cesc, su fichaje es una bomba de relojería con efectos retardados. Que la euforia actual no nos lleve a la locura.


 


No sabéis como nos alegra habernos equivocado con Piqué!!!


The Digital Garden


 



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