El domingo se decide la Liga. Los éxitos conseguidos el fin de semana, hacen que el optimismo impere en el ánimo del aficionado, volviendo a demostrar que algo está cambiando. Pero lo que de verdad está cambiando es el orden jerárquico en el deporte. Y si no, acompáñennos a repasar los siguientes números.
Si el Barça se proclama campeón el domingo, hablamos en condicional y no damos nada por ganado, habrá ganado 4 de las últimas 7 Ligas. En el mismo período de tiempo, el Madrid habría ganado tan solo una más que el Valencia. Es decir, solamente dos. Y, lo entiendan o no en Madrid, es mucho más relevante de lo que parece.
Porque resulta que en Europa, en estos últimos 7 años, el equipo blanco no ha jugado ninguna semifinal europea. Cosa que, por ejemplo si han hecho equipos como el Villarreal, el Valencia, el Sevilla, el Español y el At.Madrid, aunque solo el equipo amarillo lo haya hecho en la Champions.
Se nos puede replicar que son ciclos y que si el Realísimo se acaba proclamando campeón de esta Liga, será su tercera en 4 años. Y sería cierto. Por eso decimos que, el próximo domingo, hay en juego mucho más que una Liga. Está en juego la lucha por cambiar el subconsciente general en el que el Madrid es el equipo ganador.
Y es que algo parecido hicieron los Epi, Sibilio, Solozabal, Jiménez, Norris y compañía hace más de 20 años en el Baloncesto. Por aquella época, en el deporte de la canasta solo existía un equipo en España. La diferencia con el resto era abismal. Pero abismal. Las Ligas del Barça se contaban con los dedos de una mano.
Ahora, 20 años después, el equipo dominador del básket es el Barça, y eso que tan solo ha ganado 2 Ligas de las últimas 6. Pero es que el conjunto blanco ha ganado 3 de las últimas 15, y lleva 14 años sin disputar una Final Four, el doble de tiempo que sus compañeros del fútbol.
Sí a nuestros padres les decimos que esto iba a suceder no se lo creerían. Si ahora nos dicen a nosotros que el Madrid de fútbol solo va a ganar 3 ligas de las próximas 15…¿ nos lo creeríamos? Pos no lo sabemos, tan solo tenemos la sensación de que para que eso ocurra, debemos ganar sí o sí el próximo domingo.
Para ello, convendría que, los que fuesen al campo lo hiciesen con la misma predisposición para animar que el día del Inter, dejando las celebraciones para el final del partido. Solo así, con un ambiente de tensión, se conseguirá crear el ambiente necesario para vencer.
Pero ya tendremos tiempo para hablar de ello. La intención de estas líneas es que nos demos cuenta que estamos viviendo un momento clave en el futuro de nuestra historia. En básquet ya lo hicimos hace tiempo, cuando el Madrid de Sabonis después de ganar la Euroliga parecía llamado a volver a tiranizar la Liga y el Barça, sin nadie de la generación de los 80, se rehizo para volver a imponer el rodillo y dar un golpe psicológico del que aún no se han repuesto, a pesar de gastarse tanto o más que nosotros en ese período.
A veces, la perspectiva te permite mirar las cosas de otra forma. Alejándonos de lo inmediato, la trascendencia del partido del domingo es tremenda. De perder, nuestro futuro y estructura no se verán afectados. Pero daríamos aire a nuestro rival, que de vencer nosotros, se quedaría tambaleando…Que no muerto, que todos sabemos que se acercarían muchos para asistirle…
No sabéis como hemos cambiado!!!
The Digital Garden.
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