No habrá ganado ningún nuevo aficionado el baloncesto, pero lo que sí ganó el deporte es a un jugador de leyenda. Ricky con 19 años, en su primera aparición en una gran cita continental, se merendó a Holden, un experto en estas lides, y con sus 10 puntos( todos en momentos claves) y 8 asistencias, lideró a su equipo en la victoria frente al CSKA, en el que Siskauskas se quedó solo en el empeño.
La presión de ser el favorito para todo el mundo lo acusó el Barça en los primeros minutos. Anotó solo dos canastas en el primer cuarto, perdió hasta 4 balones, y fue a romolque siempre en el marcador. Su defensa, excelente y el carácter de Pete, le permitieron terminar al descanso por 1 arriba.
Aunque el tanteo era de minibásket. 12 a 11. Muchas pérdidas en ambos equipos. El Barça al no poder correr por no cerrar el rebote defensivo, se precipitó en ataque al intentar no caer en el ritmo lento que intentaban imponer los rusos. A parte del marcador, la mejor señal para los azulgrana era que tanto Siskauskas como Khryapa se fueron al banquillo con dos personales.
El inicio del segundo cuarto continuó exactamente igual. Se anotaban canastas de muy de vez en cuando. Ningún equipo era capaz de hacer dos ataques seguidos buenos, las pérdidas( no forzadas muchas de ellas) eran constantes y los porcentajes paupérrimos. Y es que encima del parquet estaban las dos mejores defensas del campeonato. El CSKA sobrevivía gracias a su rebote defensivo y al daño que hizo Kaun bajo los aros. El Barça por su defensa al perímetro ruso.
Con la entrada de N'dong en cancha, el Barça consiguió cerrar el rebote, y aprovecharlo para correr algo más en ataque. Así, aun sin tener acierto en el tiro, consiguió las primeras ventajas claras. Navarro comenzaba a despertar y la defensa rusa permitió canastas de los pivots azulgrana, en especial del senegalés. Así, el Barça se fue al descanso con 8 de ventaja, 29 a 21.
Como si se hubiesen dejado los nervios en los vestuarios, en el tercer cuarto los ataques se impusieron a la defensa. En vez de pérdidas, ambos equipos intercambiaron canastas. Aparecieron Holden y Siskauskas en el ataque del CSKA y Navarro y Ricky en el Barça. El Barça, se mantenía arriba, aunque el lastre del rebote defensivo le impedía irse con más ventaja en el marcador. Curiosamente, siempre coincidía cuando N'dong estaba en el banquillo.
Cuando salió, no pudo repetir lo del segundo cuarto, aunque si permitió mejorar un poco la defensa, ya que el solo se bastaba para defender el juego interior moscovita. Con un Langdon inspiradísimo, el CSKA se pudo mantener en el partido, pero jamás ponerse acercarse a más de 4 puntos, terminando a 6 del Barça al final del tercer cuarto, aunque daba la sensación que estaba muy vivo.
Y es que el recuerdo de la última semifinal, cuando el Barça perdió una ventaja de 10 puntos, aún estaba fresca en la memoria de todos. Holden quiso tomar el protagonismo del partido, pero el desgaste que supone defender a Ricky se nota cuando se intenta atacar. Quizá fuese la razón de que los ataques rusos nunca fuesen claros y acostumbraban a ser 1x1.
Y si las jugadas las hace Siskauskas, pues tienes muchos números para anotar. El lituano se merendó a Pete, y puso a su equipo a 3, cuando tan solo quedaban 3.30 por jugarse. Aparecieron los nervios en el bando culé, y la necesidad de ganar en el ruso. El partido estuvo ajustado, con errores impropios en ambos equipos, hasta que Lorbek anotó un triple a falta de 1,30 para el final y colocó al Barça a 8 puntos.
El partido se terminó en esa acción. Hubo tiempo para que Siskauskas anotase un triple, para que Vázquez hiciese una de las suyas. Pero para lo que no hubo tiempo fue para la remontada rusa, terminado el partido con un 64 a 54. En un partido muy alejado de lo que le gusta, el Barça de la mano de Ricky, con 10 puntos y 8 asistencias, pudo siempre entender que requería el partido y llegar a la Final.
No sabéis lo que nos queda por sufrir!!!
The Digital Garden
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