Decía X.Pascual antes de llegar disputarse la Final Four que no era París quien le debía un título al Barça, era la sección de Basket quien le debía una Euroliga a sus aficionados. Hoy, somos los aficionados quienes , desde ya, le tendremos siempre en nuestra memoria. Su lección de baloncesto en el momento más importante no quedará en el olvido. Con él, el Barça ha logrado su segunda euroliga, con Navarro de MVP. Y lo ha hecho con una lección increíble.
Solo con decir que en el primer cuarto el Barça anotó 28 puntos sería suficiente para explicar lo concentrado que salió el Barça. Solo la tremenda calidad del equipo que había en frente, hizo que el partido no se rompiese desde el inicio, aunque al final de los 10 primeros minutos la diferencia ya era de 9 puntos para los azulgrana, que deleitaron a todo el mundo con su básquet total.
A pesar de encajar 19 puntos, la defensa fue tan buena como el ataque. Un Vázquez imperial cerró con 3 tapones su aro. En esos momentos, Navarro, Ricky y Pete se encargaron de establecer las primeras diferencias, basándose en un baloncesto perfecto en la circulación y con el equilibrio ideal entre la pintura y el juego exterior. Para intentar detener la sangría que estaba haciendo el Barça, el Olympiakos comenzó el segundo cuarto con una zona.
A pesar de que el primer ataque blaugrana acabó con un triple de Basile, y de mezclarla con marcaje al hombre, gracias a ellos los griegos detuvieron la anotación blaugrana. Quizá ayudo que en cancha el Barça tenía su quinteto más defensivo. Pero no lo aprovecharon para acercarse en el marcador y cuando el cinco inicial volvió a pista, el ritmo que había adquirido el partido no cambio mucho, y se mantuvieron las ventajas obtenidas por los azulgranas en el inicio.
A los triples de Navarro, los griegos respondían con canas de Bourussis y Papaloukas. El partido era una expresión de los conceptos que hacen grande al baloncesto, en el que el talento blaugrana sobresalía más que el griego, y por eso se llegó al final del segundo cuarto con la misma diferencia que en el final del primero, 47 a 36.
El inicio del tercer cuarto el Olympiakos apretó más atrás, en cinco minutos provocó las mismas pérdidas que en 20 anteriores, redujo los porcentajes de tiró azulgrana, poniéndose a 5 del Barça, que era sostenido por Navarro y Pete, que con canastas importantísimas permitían que el arreón griego no fuese aún más fuerte. Y entonces apareció Sada.
En pista por el desacierto de Ricky en los primeros compases de cuarto, Sada con una acción defensiva marca de la casa y con un triple a final de posesión permitió que las distancias en el luminoso volviesen a superar los dos dígitos, superando así el primer mal momento del Barça en el partido, que llegó a 10 minutos del final con una renta de 14 puntos.
La diferencia se mantenía en los mismos guarismos. Y lo hizo gracias a Pascual, que leyendo perfectamente el partido supo sentar de nuevo a Ricky tras otra pérdida y sacar a Sada, que se comió a Papaloukas en defensa y en ataque imprimía el ritmo que más le convenía al equipo. El partido a pesar de estar controlado, no daba la sensación de romperse nunca, ya que el Olympiakos no se rendía nunca.
Se rompió con un triple de Morris, que ponía al Barça con más 19 y, esta vez sí, daba la sensación de que nada podía hacer cambiar el destino de la Copa. Y así fue, ni una tímida reacción que les puso a 11, ni la agresividad defensiva de Kleiza y Papaloukas pudieron cambiar el signo del partido, que permitió a Pascual hacer jugar a sus 12 hombres, en una final de ensueño, que llevo al Barça a ganar su segunda Copa de Europa en Paris, de nuevo Paris!!!!
Por Epi, por Solozabal, por Chicho, por Norris, por Jiménez, por Aito, Por Eduard Serra, por todos y cada uno de los jugadores que no pudieron conseguir lo que hoy han hecho los hombres de Pascual y se dejaron el alma en el intento. Por todos ellos, Gracias. Esto sin vosotros no hubiese sido posible. Hoy más que nunca
No sabéis como os queremos!!!
The Digital Garden.
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