Estos dos últimos días ha sido imposible encontrar una sonrisa por la ciudad de Barcelona. La lluvía que lleva cayendo en las últimas 48 horas ha hecho que nadie este de buen humor, que a todo el mundo le cueste hacer sus tareas ordinarias. Le debió pasar eso al Barça. Quizá producto del ambiente gris, los de Guardiola sufrieron para conseguir lo único importante en la noche, sellar con el 4 a 1 final la victoria y obligar al Madrid a ganar al Mallorca.
A pesar del aplastante dominio del balón, el Barça no supo plasmarlo en ocasiones. Durante la primera mitad, solo se le pudo contabilizar 3. Con todo, fue suficiente para materializar una y ponerse por delante en el marcador. Fue Leo, como no, aprochando un balón muerto dentro del área pequeña, después de que cabezazo de Ibra, que no lo pudo alcanzar el portero Aragoneses. Messi desde atrás, fue el primero en llegar y hacer el primero de la noche.
Pero lo curioso es que el Tenerife, sin casi tener el balón, llegó dos veces con peligro y metió una. Ambas llegadas fueron producto de errores defensivos. Pique y Puyol fallaron en las entregas y los visitantes supieron aprovecharlas. Solo entró una. Fue Roman Martínez, quien salvó el año pasado al Español con sus goles y parece querer volver a obrar el milagro con el Tenerife, quien después de un mal pase del capitán culé metió el susto en el cuerpo de los azulgrana.
Con Ibra en punta, y Bojan y Messi en bandas, el Barça no supo darle verticalidad al juego. La movilidad delante no faltaba, pero las ideas sí. Y cuando se conseguía superar la muralla defensiva, Maxwell y Alves desperdiciaron dos jugadas colectivas formidables, cuando lo más sencillo era asistir a un compañero libre de marca. No lo hicieron, y dieron vida al Tenerife, quien se fue al descanso con empate.
Al descanso, unas molestias de Pique obligaron a Pep a hacer cambios. Entró Pedro en su lugar, retrasando a Toure y colocando a Messi por detras de la línea de 3. El juego empeoró por momentos. La imprecisión en los jugadores locales continuó. No tenían continuidad los ataques, pues pases sencillos no llegaban a su destino, animando al Tenerife a subir la presión y poner en aprietos serios al Barça.
El publicó se percató de la situación y se dejó la garganta en animar a los suyos. Oltra vio debilidad en su rival y sacó a Nino, para intentar tener más pegada. El Barça, liderado por Xavi, empujó al Tenerife detro de su área. Y cuando más valiente era el Tenerife, fue cuando llegó el gol del Barça. Fue Bojan, materializando una excelente jugada individual de Alves por la derecha.
Con un gol arriba, Pep sacó a Busquets por Ibra, volviendo al dibujo del inicio. Con un rival jugando muy avanzado, presionando la salida del juego desde los centrales. En estas circunstancias, el Barça tuvo la sentencia del encuentro en una contra, en que la velocidad de Pedrito le dejó delante del portero, pero que la falta de oxígeno le impidió definir con la precisión necesaria para marcar.
El partido se convirtió en una sucesión de golpes de uno y otro equipo. Normalmente, el Barça tiene más pegada que la mayoría de rivales, pero bien es cierto que el Cmp Nou no está acostumbrado a no dominar la situación y el miedo a un accidente invadía a todo el mundo. Había mucho en juego y cualquier cosa que no fuese el dominio del balón y jugar en ampo contrario era sinónimo de sufrimiento.
Terminó con él Pedrito, Don Pedro o San Pedro. Nos da lo mismo. Lo de este jugador va más allá de sus goles. Es mucho más. Marcó el gol después de haber evitado un mano a mano ante Valdés con una carrera de 40 metros, en la que el delantero tenía 10 metros de ventaja. Inmediatamente después, tuvo fuerzas para marcarle un desmarque a Messi y aprovechar la segunda ocasión que tuvo para anotar el apuntarse el tercero de la noche.
No cambio el partido, pero pudieron los corazones de los seguidores culés volver a sufrir. Se le anuló un gol a Nino por fuera de juego, que lo era, en lo que hubiese sido un justo premio a un equipo como el Tenerife, en que a pesar de reservar hombres, jamás le perdió la cara al encuentro, pero que se fue a las islas sin ningún premio a su buen juego, pero con la sensación de que jugando así, los 6 puntos restantes están a su alcance.
Aún hubo tiempo para que Messi hiciese el cuarto de la noche, segundo de su cuenta particular, que lo llevan directo a la bota de oro y que cerró una noche fría y mucho más difícil de lo que indica el marcador final. Pero como se dijo en la previa. Daba igual como, lo importante era ganar y se logró. Y es que el Barça está a dos victorias de la Liga de los récords.
No sabéis que cerca estamos!!!
The Digital Garden.
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