dijous, 3 de març del 2011

Balance a mitad de camino




 


 


 


La primera parte de la temporada baloncentística ha finalizado con el final del Top 16 de la Euroleague. No se puede poner otra nota que no sea el excelente al Barça que ha ganado todos los encuentros en los que había algo en juego y ha medida que han pasado las jornadas el juego y la solvencia ha ido a más.


Pascual ha repetido en múltiples ocasiones que lo del año pasado es irrepetible y que no hay que comparar al equipo bajo esos parámetros. Pero a nosotros nos parece interesante coger esa vara de medir e intentar dibujar las directrices de lo que queda de curso.


A pesar de comenzar el año con un solo fichaje, lo cierto es que las lesiones de Basile y Pete han provocado que el equipo incorporase a dos jugadores más, cambiando algo la fisonomía de la plantilla blaugrana, ya que han adquirido mucho protagonismo tanto Ingles, como especialmente Anderson.


Y a pesar de las incorporaciones o gracias a ellas, el Barça tiene esta temporada un perímetro más consistente y variado que el año pasado. Navarro ha crecido, si es posible, un punto su capacidad de incidencia en los encuentros. Anderson está perfecto  en el papel de Pete.


Pero la diferencia la aportan los secundarios. Grimau está siendo más regular que nunca, Lakovic ha recogido el testigo de Basile en cuanto a desatascador de partidos en momentos puntuales, Ingles es capaz de defender a los aleros altos por su cuerpo  y hacer daño a los pequeños en la pintura, siempre teniendo en cuenta que los 3 dan intensidad cuando lo requiere el encuentro.


La dirección de juego no ha tenido cambios en cuanto a nombres pero si en lo que concierne a funciones. Lakovic ya no juega a penas como 1 Sada está asentado en el base suplente, aunque su importancia en los partidos top sea igual o más que la de Ricky , ya que a la defensa asfixiante que le caracterizaba ha sabido sumarle capacidad de lectura de los encuentros y una más que notable capacidad anotadora.


El problema es que Ricky está perdido. No es que suponga un lastre para su equipo, aunque al inicio de temporada hubo momentos que si lo era, sino que ha dejado de ser el factor desequilibrante que fue el año pasado, como cuando el solito lideró al equipo a ganar dos encuentros en Madrid para llegar a la Final Four. Pero en líneas generales lo que se ha perdido por un lado se ha ganado por otro.


Quizá el aspecto donde ha bajado el listón, al menos de momento, es en la pintura. Ha llegado Popovic y ha entrado en la rotación de pívots haciendo que la participación del resto haya disminuido. Hasta la fecha, ninguno de los 4 que ya estaban el año pasado ha sabido encontrar su sitio  e igualar prestaciones pasadas.


Pero bien es cierto que poco a poco han ido asimilando que en menos minutos tienen que intentar aportar lo mismo, aunque hay carencias. No se es capaz, como antaño de detener a los hombres altos con mucho peso y que juegan de espalda a canasta y se ha perdido esa regularidad que garantizaba que en cada encuentro los hombres altos se iban a 30 puntos o más.


Así en líneas generales podríamos decir que en el caso de mantener la progresión de crecimiento que están teniendo los hombres altos, el Barça tendría más recursos que hace un año. Y sí Ricky repite lo que demostró desde marzo hasta la Final Four, nos atreveríamos a poner cava en la nevera.


Pero seremos prudentes y más si tenemos en cuenta que nos espera un Play Off a cinco partidos contra el Panathinaikos. Que a pesar de todo, tiene arsenal suficiente para amargarnos la vida y nuestras esperanzas como no estemos a tono. Queda mucho, pero lo recorrido hasta ahora está muy bien.


No sabéis lo que nos queda por sufrir y disfrutar!!!


The Digital Garden.



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