Impresionante arranque de partido del Barça. En 6 minutos, 19 a 4 de parcial. Sin perder ningún balón ataque, con una circulación perfecta, encontrando el equilibrio justo entre la pintura y el perímetro, acompañado todo con una defensa asfixiante que impedía a McCalebb hacer sus típicas penetraciones. Todo, con un Navarro humano, lo cual da más mérito a lo visto.
Mantener es mismo nivel todo el encuentro es imposible y de hacerlo estaríamos hablando de un equipo favorito a ganar fuera del viejo continente. El Siena se fue metiendo en el partido a medida que su base encontraba la manera de penetrar hasta la canasta, aunque la diferencia seguía siendo superior a la decena al final del primer cuarto.
En esos guarismos continuaba la ventaja en los primeros minutos del segundo cuarto. El Barça no anotaba con tanta fluidez como al principio, pero de la mano de un inspiradísimo Eidson continuaba llevando el ritmo del encuentro, acompañado en el perímetro por Pete y Sada, que controlaban el rebote en ambas canastas y mantenían la fuerte defensa que estaba dejando sin anotar al Siena, uno de los mejores ataques de Europa.
Esa fuerte defensa permitió que la diferencia creciese hasta los 17 puntos en el momento en que el Barça anotaba varias canastas seguidas. En ese momento, con 15 arriba para el Barça, los árbitros, muy rigorosos en todo el encuentro señalando cualquier contacto en ambas canastas, descalificaron a Moss y Pete por un incidente normal en cualquier partido, que con una técnica doble hubiese sido más que justo.
Se afeó el encuentro, los dos equipos entraron en una espiral de errores, de las que salió beneficiado el Siena, que se acercó algo al Barça, finalizando el segundo cuarto a 12 puntos de los locales, pocos visto lo visto y que intentó rebajar en un inicio de tercer periodo acertadísimo en ataque.
Pero a su pesar también lo tuvo el Barça. De hecho, casi no se recuerdan ataques fallados por los dos conjuntos al comienzo de la segunda mitad. McCalebb continuaba tirando del carro en su equipo, mientras en el Barça todo era más coral, aunque Eidson y Lorbek, como es normal en los últimos encuentros, eran los más destacados.
El ritmo anotador se mantenía igual, lo mismo que las diferencias. Cambio el protagonismo de los jugadores. Vázquez tomó el relevo de Lorbek. El gallego, como todos los pivots del equipo, tiene este año en Marcelinho un aliado de lujo, ya que el brasileño interpreta a la perfección todos los movimientos ofensivos del gallego, que se mostró imparable para la defensa italiana.
Con el Barça mandando por 13 puntos, se inició el último cuarto, en el que no logró despegarse del todo en el marcador. Incluso permitió que tras varios ataques mal leídos el Siena se pusiese por debajo de los 10 puntos a menos de 5 del final del partido, concretamente a 7.
Entonces los ataques comenzaron a pasar más, por un desacertado hasta ese momento, Navarro. 6 puntos consecutivos sirvieron para que de nuevo la diferencia fuese superior a los 10 puntos y terminar con la resistencia italiana. Y es que Navarro es eso, si tiene el día rompe el encuentro desde el inicio y si no lo tiene sabes que puedes fiarte de él para cuando lo pases mal.
Al final la diferencia fue de 17 puntos, 92 a 75. Por momentos la defensa del Barça dejó sin recursos a uno de los mejores ataques de Europa, algo que recuerda a lo que pasaba hace dos años, cuando los hombres de Pascual ahogaban atrás para matarte delante. Este año con la dirección de juego de Marcelinho, se ve a un Barça con más opciones que nunca. Necesario ante el aumento de nivel global en la competición.
No sabéis como nos divertimos viendo a los de Pascual!!!
The Digital Garden.
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