Guardiola siempre dice que las cosas siempre suceden por una razón y que la suerte no es una de ellas. Mirando la globalidad del año, ya no es una preparación programada, ni un mal día de acierto, ni siquiera errores individuales. A este Barça le cuesta mucho ganar sus partidos fuera de casa, tanto, que hoy no ha sido capaz de imponerse al Getafe, dejándose buena parte de la Liga al perder por 1 a 0.
Y no se puede decir que haya sido injusta. Es cierto que el Getafe solo ha chutado una vez a puerta más otra ocasión de gol. Es cierto que el Barça ha tenido más posesión y ha creado 4 ocasiones claras de gol. Pero es que eso son números pobres para un equipo que solía crear no menos de 8 ocasiones claras por encuentro.
A pesar del pobre partido culé, lo mejor se vio en el inicio. Ahí fue cando el equipo circuló rápido el balón, abrió bien el campo y supo generar espacios para que Messi se encontrase con Xavi y Thiago y a partir de ahí generar el juego que finalmente desemboca en ocasiones. La tuvo Villa en el minuto dos y siempre anduvo cerca el balón de la portería de Moya en esos primeros 15 minutos.
Pero a medida que pasa el tiempo, el Barça se olvido de abrir el campo. Con Alexis partiendo desde la banda izquierda, Villa se situó cerca de Messi por el medio, dejando a Alves toda la banda derecha. El Getafe, como dijo en la previa, mantenía las líneas juntas sin ánimo de presionar ni robar el balón, pero con la intención de cortar todos los pasillos interiores y las combinaciones rápidas de los culés.
Así, Xavi y Thiago casi nunca tenían opción de pase en vertical y el fútbol de Barça fue horizontal. Las ocasiones no llegaban y solo Alexis una buena oportunidad de batir a Moya. Así llegó el final de la primera mitad, con la sensación de que el Barça necesitaba poner una marcha más para intentar abrir la defensa del Getafe.
Salió de nuevo bien en la segunda mitad, pero esta vez tan solo duró 5 minutos el arranque. Después más de lo mismo. A los jugadores del Barça no se contabilizó ningún desborde en el uno contra hasta que salieron al campo Pedro y Cuenca. Y lo hicieron cuando el equipo ya perdía 1 a 0.
Fue Valera, quien a la salida de un córner saltó más que nadie y remato de cabeza allí donde Valdés no podía atajarla. Fue una jugada aislada, pero fruto de unos minutos tontos del equipo de Guardiola. De forma consecutiva, en 3 minutos el equipo concedió dos contras. Una mal llevada por los atacantes, la otra terminó en córner que posteriormente significaría el gol de la victoria local.
Antes del gol, Pep dio entrada a Keita sacando a Thiago, decisión que no aportó nada al equipo, ni mayor presencia en ataque ni mayor solidez en defensa. Para darle la vuelta al resultado, Alexis y Maxwell fueron los sacrificados. Y aunque las mejores ocasiones llegaron en el arreón final, aunque hubo un gol anulado y un palo final, estas fueron más por insistencia que por la claridad de ideas.
Cuando se tienen menos de 5 ocasiones claras de verdad en todo el partido no se puede decir que has estado bien. Cuando no es la primera vez que sucede, no se puede decir que es casual. Cuando pasa tantas veces seguidas por primera vez en tres años es normal hablar de anormalidad. Veremos cómo reacciona el entorno ante un nuevo panorama.
Del equipo no decimos nada. En ello confiamos ciegamente, con independencia del resultado en el Bernabeu y el Mundialito. Eso no significa creer que ganarán la Liga y la Champions. Eso significa que sabemos que con paciencia, la que nos ha hecho llegar aquí 25 años después, tarde o temprano nos darán de nuevo alegrías. Por desgracia no se puede ganar siempre. Y cuando no se hace, se miran las razones y se corrigen.
No sabéis que amarga sabe la derrota!!!
The Digital Garden.
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