dilluns, 14 de novembre del 2011

La paciencia también debe copiarse.




Hay mucha gente que habla del modelo Barça que parece no entender nada. Por fortuna, el mundo del fútbol está cambiando y lo que hace unos años parecía una utopía, ahora no lo es. Muchos entrenadores han dejado en el cajón tácticas ultradefensivas que estaban apartando a los aficionados de los estadios  y han decidido apostar por la creatividad, intentando copiar el modelo Barça.



Copiar nunca es malo. Lo es hacerlo mal. Y  los que menos han entendido el secreto del Barça parece ser la crítica. Y es que todos los éxitos que hemos vivido en estos últimos 23 años radican en una palabra que muchas veces queda en el olvido. La paciencia. Sin ella, el presente sería inviable.


Escribía Luigi Garlando en La Gazzetta  del día 1 de noviembre un artículo de opinión en la que criticaba a entrenadores como Donadoni, Pioli, Gasperini, Bisoli o el propio Luis Enrique por querer implantar el modelo Barça, aludiendo que es imposible jugar como nosotros sin jugadores como Xavi, Piqué, Leo o Iniesta, explicando que la clave es en copiar la esencia y  adaptarla .


Siendo verdad que siempre hay que adaptar la idea a lo que uno dispone, y sin entrar en los casos individuales de cada uno de los entrenadores citados, lo primero que hay que saber es que si se puede jugar como el Barça sin los Xavi, Iniesta, Piqué o Leo. Y el ejemplo está en el propio Barça que lleva jugando igual, con alguna excepción, 23 años. Y esos jugadores son muy buenos, pero no estaban hace 15 años.


Lo segundo es que plantar un árbol una tarde no significa que a la  mañana siguiente ya haya crecido y este esplendoroso. Hay que regarlo, cuidarlo, crear las mejores condiciones para que crezca bien. Es imposible que alguien intente aplicar el modelo Barça y obtenga resultados a corto plazo pues requiere tiempo, paciencia y mucha dedicación para que funcione y cale la idea.


Los primeros que lo tienen que saber son los aficionados, que deben estar dispuestos a pasar tiempos duros, en los que no sea mejora por ningún lado.  Los directivos deben creer ciegamente en lo que hacen y estar dispuestos a aguantar las críticas que recibirán durante  el tiempo en que los resultados no lleguen.


Y si surgen las dudas, siempre se puede copiar al Barça. Y no hablamos del modelo, sino de la paciencia que tuvo hace 23 años, cuando los resultados con Johan no llegaban, o la paciencia que tuvo con Frank, después que sus inicios fuesen mucho más dubitativos de los que ahora está teniendo, por ejemplo, Luis Enrique.


Evidentemente, muchos de los entrenadores que están imitando  o intentando poner en práctica el sistema y modelo culé fracasarán. Si lo hacen siempre debería ser por otras razones que por la falta de paciencia. No se puede renunciar a la idea en tan solo 3 meses de vida. Es injusto para el entrenador y para el fútbol.


No sabéis que pocos se nos conoce todavía!!!


The Digital Garden


 



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