El Barça ha jugado 8 partidos fuera de casa en España. 3 victorias por la mínima, 4 empates y 1 derrota. Incluimos la Supercopa de España y la Copa del Rey. Evidentemente, estos números son para preocuparse e invitan a reflexionar sobre ello. Cada partido fue una historia diferente, pero mirándolas una a una igual se puede llegar a una conclusión.
En el primer encuentro, contra el Real Madrid, el Barça empató milagrosamente a 2. Chuto mucho menos que el rival a puerta, fruto de la imposibilidad de poder sacar la pelota cómodamente desde atrás. Se atribuyó el mal juego del equipo a la escasa preparación del equipo, ya que medio equipo estaba recién aterrizado de las vacaciones.
El siguiente partido fuera fue en San Sebastián, contra La Real Sociedad, sacando otro empate. Ahí el equipo arrancó formidablemente, dejando el partido casi sentenciado en tan solo 20 minutos. Después, se fue del partido y casi terminó pidiendo la hora. La causa del empate se adjudicó a la relajación del equipo tras ponerse 0 a 2 en el marcador.
La siguiente salida fue en Mestalla, donde el equipo se volvió con un punto tras otro empate. Se sufrió muchísimo en la primera mitad, ya que no se podía sacar la pelota desde atrás y el equipo dejaba demasiados espacios en el centro del campo permitiendo al rival llegar con superioridad a la hora de encarar a los defensas. En la segunda parte se corrigió y se terminó mereciendo ganar.
Después llegó la primera victoria a domicilio. Fue en Gijón, 0 a 1. Pero la imagen del equipo no fue buena. Fue un equipo que le costó muchísimo generar ocasiones de gol, con una circulación lenta de la pelota, aunque mostrando seguro atrás. Se comentó que era debido a la preparación física la pesadez y lentitud mostradas en el encuentro.
Encadenó dos victorias seguidas fuera el Barça. También ganó 0 a 1 en Granada, mostrando casi exactamente las mismas carencias o defectos que se detectaron en Gijón. Se sufría muchísimo a la hora de encontrar espacios en ataque, ante une quipo que regalaba las bandas, provocando un embudo por el medio. Casi idéntico a lo que sucedió contra el Hospitalet en la Copa del Rey, donde también se ganó por idéntico resultado.
En San Mamés, el Barça sacó otro empate a 2, como los otros 3 empates. Fue un partido ed alto nivel, en el que el Barça lo mereció ganar pero por momentos sufrió muchísimo por la alta presión del rival en el inicio de la jugada de los defensas, exigiendo al equipo un esfuerzo brutal, al que respondió perfectamente, creando ocasiones de gol suficientes para ganar, aunque el empate tampoco se puede decir que fuese injusto, parecido a lo de Mestalla.
La derrota en Getafe es la última de las visitas realizadas hasta la fecha. Fue un partido casi calcado al de Granada y Gijón. Circulación de pelota lentísima, escasos movimientos sin balón de los delanteros y todo el juego por el centro, siendo incapaces de generar muchas ocasiones de gol claras.
Según el resumen hecho, podemos extraer varios problemas no resueltos. El primero es que ante rivales duros, por momentos el Barça sufre muchísimo para sacar desde atrás la pelota, aunque con excepción del partido del Madrid, siempre supo sobreponerse en el transcurso del encuentro y termino haciendo méritos para sacar algo más.
Contra los equipos más modestos es donde peor imagen dio el Barça. Casi siempre se pudo ver lo mismo. Pocas ocasiones de gol, mucha lentitud en la circulación de balón y embudo por el medio dejando las bandas abandonadas. La duda táctica en decidir si es una cuestión táctica o de mentalidad indebida ante equipos inferiores.
Pero lo que nadie puede negar es que hay un problema. Primero se pensó que era la entidad del rival8 Madrid y Valencia) quien justificaba el empate. Luego el despiste de Anoeta. Después la preparación en Gijón y Granada. O la suerte en San Mamés. En Getafe nos dimos cuenta que la cuestión es más estructural. Queda decidir qué.
No sabéis que reto tenemos por delante!!!
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