Nos duele tener que escribir este post ya que Andrés Iniesta es uno de nuestros referentes del fútbol mundial. Nos duele porque, como os podéis imaginar, no hay mucho bueno que escribir de Don Andrés en lo que llevamos de temporada. Sin ánimo de cargar contra el que es, quizás, el mejor ejemplo para los chavales del futbol base, queremos analizar y buscar explicaciones al estado de forma de Iniesta.
Para empezar, malas noticias las que nos llegaban hoy desde Abu Dhabi. Se ha confirmado que Iniesta tiene una micro rotura en el recto anterior de su pierna izquierda. Es una rotura pequeña, que le mantendrá 15 días k.o. Justo a las puertas de una final que estamos convencidos que a Andrés le hacía especial ilusión disputar. Justo pocos meses después de perderse la final de Copa y de llegar cojo a la final de la Champions. Justo meses después de tirarse un verano sudando la gota gorda para recuperarse de la lesión que se vio agravada tras la disputa de la final de Roma.
Otro palo más para el bueno de Iniesta.
Por todos es sabido que Iniesta no ha pasado por un buen momento anímico este verano. La muerte de Dani Jarque, amigo personal de Andrés, fue un varapalo que el manchego tuvo que compaginar con la cruda realidad de la recuperación de su lesión. Luego, cuando casi estaba recuperado, una inoportuna gastroenteritis lo debilitó tanto que su reincorporación al equipo se demoró un poco más.
Desde su vuelta a los terrenos de juego que no hemos podido disfrutar del Iniesta de la temporada pasada. Las causas, a nuestro entender son 2.
La primera es por todo lo que hemos mencionado anteriormente: Una larga lesión y posterior recuperación, la pérdida de un ser querido y los inoportunos problemas intestinales.
Con estos contratiempos físicos y anímicos es difícil volver al máximo nivel, pero aún así, Andrés nos dejó una obra de arte en el partido ante el Inter, en el que fue, sin duda, el mejor sobre el terreno de juego.
La segunda causa es un problema de gestión por parte de Pep Guardiola. El rol de Iniesta parecía bastante definido al finalizar la temporada pasada. A pesar de que esporádicamente Andrés jugaba en el extremo izquierdo, los mejores partidos del canterazo se vieron con Iniesta jugando de interior. Sobretodo a final de temporada y con los títulos en juego, Pep dio al 8 blaugrana y a Xavi, las riendas del mediocampo. El Bernabéu, Stamford Bridge o el Olímpico de Roma vieron a 2 bajitos exhibirse ante la mirada de toda Europa.
Pero este año Pep parece haber cambiado de opinión. Mejor dicho, cambia de opinión bastante rápido. Un día Andrés juega de extremo, otro de inteior, un dia de extremo, otro de interior… ¡para volverse loco!
Así es imposible que el de Fuentalbilla coja el ritmo necesario para volver a ser el jugador que con sus propios meritos se ha colado en la lista definitiva del FIFA World Player.
Pep debe recapacitar sobre el rol de Andrés en el equipo y atribuirle unos galones deifinitivos.
No se ha fichó a un extremo izquierdo en verano y el blanquito parece ser el principal perjudicado de ello. Iniesta no es, ni será extremo jamás. Todo lo que es lo es gracias a exhibiciones como en San Siro o en Roma jugando de interior.
Así que esperamos que a la vuelta de su lesión, por fin se establezca como centrocampista de aquí a lo que queda de temporada.
¡ No sabéis lo que nos preocupa Iniesta!
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