Con todas las alabanzas habidas y por haber, el Barça de Guardiola despide el 2009 con nostalgia y con la satisfacción de haber hecho los deberes y además, con matrícula de honor.
Más allá de los títulos y de los premios individuales, este 2009 también será recordado como el triunfo de la cantera. La Masía ha sido uno de los nombres propios de este legendario año.
Pep Guardiola ha demostrado ser valiente y apostó desde el primer momento por echar mano del filial sin dudarlo.
Y eso fue desde la jornada 1, en la que Pep le daba la titularidad en Soria a un menudo extremo habilidoso con cara de niño bueno. Ese no era otro que Pedro Rodríguez, la que quizás, es junto a Busquets y Piqué, la revelación del glorioso 2009.
Pedro se ha ganado, por méritos propios, el reconocimiento y la confianza de uno de los estadios más exigentes de Europa. Y eso no ha sido fruto de la casualidad. Pedro, ha sabido aprovechar sus oportunidades como hacía tiempo que no se veía en un canterano. En su caso no ha habido excusas por la edad o por la supuesta adaptación al fútbol profesional. Con Pedro no ha habido peros. Pedro ha sabido aprovechar sus minutos.
El idilio de Guardiola y Pedro, como ya hemos comentado, empezó bien pronto. Fue Pep quien no le dejó irse cuando cogió las riendas del filial. Según cuentan las lenguas mejores informadas, el míster fue quien desaconsejó el descarte del canario al ser extremo. Para Pep, el mero hecho de ser extremo, merecía una oportunidad para ser visto.
Su buena temporada en el filial le llevó a debutar en el primer equipo de la mano de Guardiola. Pedro se pasó buena parte del 2009 a caballo entre el filial y el primer equipo. Siendo convocado y jugando en ocasiones en Liga de Campeones un miércoles y jugando los fines de semana en Sabadell o en Vilajoyosa. Todo ello sin rechistar y poniendo siempre la mejor de las sonrisas.
Esta buena actitud y sobretodo su rendimiento le llevaron a firmar su primer contrato profesional y quedarse definitivamente en la primera plantilla del FC Barcelona. Tenía una vez más, la confianza de su entrenador.
Pedro empezaba la temporada 2009-2010 partiendo, a priori, de una posición secundaria. Con Ibra, Messi, Henry o incluso Bojan, el canario no era candidato a disponer de demasiados minutos.
Pero poco a poco, Pedro iba asomando la cabeza partido tras partido gracias a lo que parece ser es su principal virtud: el gol.
Encarriló la supercopa de España y marcó el gol decisivo en la de Europa. Con Henry renqueante y Bojan en su mediocre regularidad, Pedro empezaba a gozar de una titularidad prácticamente habitual.
Gritar un gol de Pedro empezaba a ser algo habitual para los seguidores azulgranas. Una costumbre que se ha llegado a tal punto que se ha convertido en historia. Pedro ha sido el único jugador de la historia del fútbol en marcar en un mismo año en 6 competiciones distintas.
Pero no solo Pedro vive de ese record, sino que en ocasiones ha resultado decisivo. Su gol en Abu Dhabi entra en la historia como uno de los momentos más gritados por el barcelonismo.
Acaba el año para Pedro. Un año en el que empezó siendo Pedrito y que lo acaba siendo Don Pedro. Jugador eléctrico, un tanto indeciso a la hora de encarar, pero con una capacidad goleadora espectacular para un extremo en su primer año como profesional.
Pedro ha aprovechado su oportunidad e incluso se ha postulado como candidato a ser seleccionado para el Mundial.
Merito de Pedro, merito de Pep
¡No sabéis lo que nos gusta Pedro!
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