Por primera vez en mucho tiempo, podemos acusar al entorno culé de pecar de exceso de prudencia. En el recuerdo está la noche de Kairserlauten, en la que en una situación similar, solo un gol milagroso en el descuento permitía al Barça logar meses más tarde su primera Champions League. Por eso nadie ha lanzado las campanas al vuelo.
Guardiola es consciente que “en diciembre no se puede ganar la Champions pero si perderla”. Una derrota por 2 a 0 o cualquier resultado en el que se pierda por 3 goles de diferencia dejaría al Barça fuera de la Champions(siempre que no haya empate en Milan), por lo que el partido es de vital importancia para no consumar el que sería el primer fracaso de la era Guardiola.
Para evitarlo, Pep ha dicho que "No podemos dejar de ser lo que somos", dejando claro que la intención inicial del equipo será salir al ataque, a tener la pelota para "mantener la predisposición a hacer goles porque marcando, tendríamos la clasificación muy cerca".
Quedan solamente 4 partidos para finalizar el que ha sido el mejor año de nuestra historia. Nada podrá emborrar el recuerdo de este año. Pero todos sabemos que de no meterse en Champions y no ganar el mundialito sería un broche inmerecido para una obra tan fastuosa como la elaborada en 2009.
La primera puntada para poder hacer un broche de oro pasa por ganar en el campo del Dinamo, ser primero de grupo y afrontar la segunda puntada en las mejores condiciones posibles. Del frío de Kiev al calor de Abu Dhabi solo van 10 días. 10 días que nos dirán con que cara afrontaremos las navidades.
No sabéis cuanto añoraremos el 2009!!!
The Digital Garden.
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