dilluns, 4 d’octubre del 2010

LA BATALLA DEL ESTILO




 



El tiempo pasa muy deprisa es algo que todos hemos escuchado decir alguna vez. Y seguro que también la hemos usado. La frase tiene un significado muy positivo. Significa que hacemos muchas cosas, que nos suceden acontecimientos con los que no nos percatamos del paso del tiempo.


Sí nos ceñimos al Barça y al fútbol, esto se acentúa. El Barça en las dos últimas temporadas ha jugado muchísimos partidos, todos ellos a vida o muerte. Recordamos tan solo 3 partidos de los más de 150 encuentros que se llevan disputados en 26 meses que no tengan importancia. Por eso cosas cercanas en el tiempo han quedado en el olvido.


Mirando hacia atrás, resulta curioso como el año pasado el Barça encadenó 3 salidas sin ganar. No se ganó en Mestalla, ni en San Mamés, ni en Pamplona. El juego, salvo excepciones, no fue como para lanzar cohetes. Evidentemente, las alarmas se dispararon, se decía que el equipo había dejado de ponerse el traje de trabajo y que le costaba mucho sacar algo positivo de plazas complicadas.


Ahora, después de disputar 3 partidos de liga en casa y solo marcar dos goles, y sacar menos de la mitad de los puntos en juego, el barcelonismo corre a chillar sobre la falta de pegada, y el exceso de virtuosismo en el juego. Vuelve a pasar lo mismo que entonces, 3 partidos es muy poco en el conjunto de un temporada en la que se disputarán, si todo va bien, cerca de 60. Y es que no es falta de gol marcar más de dos goles por partido a domicilio, habiendo jugado contra el At. Madrid y el Ath. Bilbao.


Pero más allá de circunstancias puntuales, hay que recordar una cosa. Lo importante es el juego, el estilo. El Barça ha escogido una forma de jugar porque considera que es la mejor forma para llegar a la victoria, que es lo trascendente e única meta posible para la institución. Jugando de esa manera se considera que es el camino más corto para ganar.


En los últimos  años el equipo ha contado con los mejores delanteros de la última década. Eto’o, Ronaldinho, Messi y Henry formarán parte sin duda de los mejores delanteros de este inicio de siglo. Y todos ellos se iban a más de 20 goles por temporada. Además, estaban acompañados de extraordinarios complementos, como Giuly, Pedro, Larsson o Bojan.


Decimos todo esto por dos motivos. Primero porque  a la hora de hacer juicios de valor hay que esperar un tiempo prudencial para lanzar sentencias categóricas, sobre todo si son para dudar de un equipo que lleva desmontando mitos uno detrás de otro, sin que se le reconozcan lo meritorio de esas gestas.


Segundo, y el motivo más importante, es avisar que llegarán épocas en las que el Barça juegue bien, pero que sus delanteros no tengan el gol que ofrecieron los delanteros que hemos citado. Entonces saldrán de debajo de las piedras aquellos que solo se creen el modelo, el estilo, en función de lo que dice el marcador.


La batalla será dura, y en el caso de que la ganasen,  se perdería todo lo conseguido en estas dos décadas, desde que Johan llegase al aeropuerto del Prat, en la primavera del 88.  Si ahora, en vez de recordar la extraordinaria primera mitad que hizo el equipo, dudamos porque la pelotita no ha entrado, estaremos dejándole las cosas más fáciles.


Aún sabiendo que las razones del empate van más allá del acierto o no de cara a puerta, dejar en segundo plano algo tan maravilloso como los 40 minutos de ayer del Barça es peligroso. Y no de cara al futuro próximo, que de ello se encargará Guardiola, sino para cuando no esté Pep.  Y entonces la  batalla del estilo será más difícil ganarla.   


No sabéis que cerca están del club los enemigos del estilo!!!


The Digital Garden.



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