Es imposible resumir la primera parte sin recurrir a la suerte o algún efecto paranormal. Porque es muy complicado explicar sin recurrir a lo azaroso, que un equipo que recibi 7 ocasiones más de las que genera, que concede muchísimos más córners de los que saca, que llega solo dos veces al área rival y que le llegan más de 20, se vaya con empate a 1 al descanso.
Comenzó arrasando el Barça. La bandas eran un ir y venir de jugadores. Tanto laterales como extremos de los dos costados llegaban hasta la línea de fondo. Solo Pedro chutaba y ponía prueba al portero bermellón. El resto de jugadas de peligro terminaban en los centrales del Mallorca, quienes evitaban que los centros laterales llegasen a su rematador.
Pero mediado el primer tiempo, Messi después de un sensacional pase de Pedro de espaldas a portería dio un pase a la red, porque eso es lo que fue el chute de Messi, y conseguía poner el Barça en ventaja. A partir de ahí, más de lo mismo. Ocasiones falladas por Messi, Pedro, Abidal, y el Mallorca sin asustar para nada, ya que cada intentona la abortaban Piqué o Mascherano.
Pero este Barça parece tener un claro talón de Aquiles.
Hablamos de los balones por alto. En el primer córner sacado por el Mallorca, Nsue logró saltar entre Milito y Piqué y batir a Valdés, que nada pudo hacer. Lo que tenía que haber terminado en goleada, se iba al descanso con igualdad en el luminoso y la sensación de que este Barça no logra plasmar en el marcador todo el fútbol que hace sobre el césped, que sigue siendo un desastre.
Como lo fue ver atacar al Barça en la segunda mitad. Laudrup cambio el dibujo, poniendo a un centrocampista más y dejando a solo un punta arriba. El Barça no circulaba rápido, encontraba menos espacios y Messi e Iniesta fueron incapaces de tirar del equipo, que creaba ocasiones pero de forma mucho menos fluida.
Suerte tuvo el Barça de que defensivamente Milito y Mascherano, así como Abidal, estuvieron esplendidos. Los argentinos cortaron todas y cada una de las contras visitantes, que a medida que pasaban los minutos veía mucho más cerca la victoria. Para cambiar la dinámica, Guardiola dio entrada a Thiago por Keita.
El juego mejoró, pero no mucho. Se encontraba con más facilidad los pasillos interiores, pero entre el desacierto de los puntas a la hora de chutar y de dar el último pase, y del césped que provocaba continuos resbalones cuando se entraba desde las bandas, hizo que prácticamente no se tuviese ninguna ocasión de gol.
Solo una clara, de Bojan, que envió al palo un disparo desde la derecha después de un bonito regate, en lo poco destacable que realizó en todo el encuentro. Comenzó bien, pero de nuevo se diluye ante la primera adversidad que se le presenta. O cambia, o su presencia en el campo comienza a ser un lastre, aunque hoy no se ha dejado de ganar por su comportamiento en el campo.
Por si fueran pocas las desgracias, después de que Nolito debutase en Liga con el primer equipo, y demostrase el mismo desparpajo que con el filial, Pedro se lesiono por culpa del terreno de juego. Una lesión muscular, que debe hacer replantear a alguien el cambiarlo. Sí, no hay dinero, pero el Barça merece jugar en las mejores condiciones posibles.
Al final, fue el Mallorca quien estuvo más cerca del gol que los locales. El empate final provoca que todo lo que ha conseguido el Barça fuera de casa lo haya tirado por la borda fuera. Ya tenemos claro que si no se gana la Liga, las razones fundamentales serán los partidos contra el Hércules o el Mallorca. No será cierto, pero dentro de 20 años, las razones futbolísticas se olvidarán, estos resultados no.
No sabéis que mala puntería tenemos!!!
The Digital Garden.
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