dijous, 7 d’octubre del 2010

LA HORA DE LAS DECISIONES




 


Justo se cumplen los 100 días desde que Sandro Rosell ocupase el cargo de Presidente del Fútbol Club Barcelona y se amontonan los juicios sobre sus actuaciones durante todo este tiempo, obviando que buena parte de su Junta directiva ya tenía una amplia experiencia, pues durante dos años estuvieron al frente de la institución.


Después de un primer mes en el que Rosell hizo un tour por los medios, en los que parecía que todas las acciones que ejecutaba estaban encaminadas a eliminar todo resto de laportismo del club, vino una época de calma que ha terminado esta semana, donde se han comenzado a filtras los primeros movimientos estratégicos que tomará la directiva.


Primero, las noticias sobre las reuniones mantenidas con “ fanatics” y la creación de la “grada jove” . Al parecer, los jóvenes aficionados,  o no tan jóvenes, pretenden imponer un sistema de seguridad propio y un descuento en el acceso de las entradas. Es este punto el que , por fortuna, ha hecho que no se cierre el acuerdo. Y es que en caso de acceder a esa petición, la Junta metería al Lobo en el corral. Esperamos que se mantengan firmes al respecto.


Segundo, parece que se está comenzado a perfilar el nuevo sistema de inscripción de socios. Dejará de ser abierto como hasta ahora, pero se dejará que los hijos de socios si puedan inscribirse. Esto entre otras muchas cosas, que, a nuestro juicio nos parece una absoluta estupidez y que no vemos en que puede beneficiar al club.


En el aspecto deportivo, a las incorporaciones de Migueli, Reixach y Fuste como asesores, hay que añadirle la publicación de su sueldo. Según lo que ha aparecido en prensa, y sin desmentido de la directiva, estas 3 figuras cobrarían cerca de 6000 euros por representar al club y asesorarlo en la parcela técnica. Sin comentarios…


Seguramente se irán conociendo poco a poco nuevas decisiones de la Junta. Nos siguen pareciendo mal muchas de las líneas que tomarán y están tomando, pero hay un aspecto que nos encanta. El Presidente habla poco y lo justo. Y , sinceramente, es lo mejor.


Y no va con segundas. Rosell es un pésimo orador. Pero preferimos que nuestro Presidente, hable bien o mal, este en la sombra. Con esto se consigue que solo se le juzgue por lo que hace. Claro, es por lo único que se le debe juzgar. Pero venimos de dónde venimos.


No sabéis como nos gustaría aplaudir a Rosell!!!


The Digital Garden


 



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