En el mundo del fútbol hay más prisa para predecir un fracaso que para adivinar un éxito. La gente corre más para enterrar a alguien que para ensalzarle los méritos contraídos. De eso siempre nos hemos querido apartar, aunque quizá hoy cometamos en parte ese pecado. Y es que una duda nos corroe.
Nos surgió después de una conversación con Ava Adore( para los no habituales, fundador de este blog y que a pesar de no aparecer por aquí, está enterado de todo) en la que el hilo conductor era las muchas lesiones que está teniendo el Barça en este inicio de Liga. Al final de la conversación Ava algo parecido a esto “tengo miedo que Messi a los 27 años este fundido”. Concluyó la reflexión con un “puede ser que acabe siendo nuestro Raúl particular”. De esto último no diremos nada.
Pero desde que nos dijo ese comentario, no nos lo podemos sacar de la cabeza. Se dice que Messi solo se divierte jugando al fútbol, que si lo cambias al día siguiente en el entreno está triste y no trabaja igual, que es tan fuerte físicamente que no hay problemas de lesiones por tantos partidos, etc. Todo para argumentar que las rotaciones no van con él y que no necesita descansos.
Todos los argumentos son perfectamente válidos. Pero, ¿Alguien ha pensado en el futuro? Lo que lleva jugando Leo desde hace 3 años es una barbaridad. El cuerpo humano según dicen todos los expertos en preparación física tiene unos límites y toda carrera presente es una carrera que no podrás hacer en el futuro.
Hablamos desde la más absoluta de las ignorancias en la materia, basándonos en lo leído y escuchado a profesionales y lo hacemos envueltos en la tremenda admiración que sentimos hacia el jugador. Si se comenta que el entorno familiar del jugador y Guardiola consiguieron hacer que Leo se cuidase físicamente ¿es tan difícil hacerle entender que debe dosificarse en momentos intrascendentes?
Es verdad que Leo se conoce a sí mismo, que durante el partido dosifica los esfuerzos, pero tiene tanta hambre que es capaz de hacer esfuerzos al límite en partidos que están sentenciados. Pero igual no es consciente que con el paso de los años podrá echar en falta el descanso que le es ofrecido ahora y que está rechazando.
Recordamos todos a Raul, salvando las enormes distancias entre ambos, que a partir de los 28 años era solo voluntad en el campo. Lo dejaba todo mientras jugaba pero su físico no le respondía como le exigía la mente.
Es obvio que Messi a los 31 años no será el jugador explosivo que es ahora. Se trata de que el nivel actual, sobre todo a nivel físico, lo mantenga los máximos a los posibles. Nos gustaría saber si está preocupación es irrelevante o se fundamenta en algo más que el típico miedo del culé.
No sabéis cuanto queremos que nos dure Leo!!!
The Digital Garden.
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