dissabte, 10 de desembre del 2011

LFP J. 15: REAL MADRID C.F. 1 - F.C. BARCELONA 3: Victoría sin ser perfectos






Guardiola se equivoco. No pasa nada por reconocerlo. Todos lo hacemos alguna vez. Por suerte, no se equivoco en lo importante, sino en lo intrascendente. Pronostico  antes del partido que para ganar al Madrid había que hacer el partido perfecto. No fue así.  El Barça estuvo lejos de la perfección, pero aún así fue mucho mejor que el Real Madrid y ganó de nuevo en el coliseo blanco por  1 a 3.


La razón de la victoria no se explica con la suerte como quiere hacer creer Mourinho, sino en la diferencia de calidad que hay hoy en día entre ambos equipos. Aunque parezca una barbaridad decirlo, es así. Sobre todo en el jugador clave. Otra vez hablamos de Leo, quien a pesar de no marcar, intervino decisivamente en dos de los 3 goles y su presencia genera tanta atención que permite a los demás jugar mucho más cómodos.


Fue él quien se puso el equipo a la espalda cuando en el segundo 22 el Barça perdía por 1 a 0. Fue un error garrafal de Valdés. Un mal pase del portero cuando pretendía dar continuidad al juego acabó en Di Maria, quien chuto y tras varios rechaces el balón le cayó muerto a Benzema y lo aprovechó para adelantar a su equipo en el marcador.  


Era la tercera vez que con Guardiola en el banquillo eL Madrid se adelantaba en el luminoso como local. En ninguna de ellas terminó el partido ganando. Y es que si algo tiene el Barça es que le da igual ir por delante que por detrás. Siempre juega igual, sea con el dibujo que sea. Y ayer tocaba jugar con la defensa de 3.


Porque la duda que tenía Guardiola estaba entre ser valiente o muy valiente. Y decidió ser lo segundo. Según dijo Guardiola después del encuentro,  habían previsto utilizarla en el minuto 3, para sorprender al Madrid. Como se recibió un gol tan pronto, prefirió dar solidez al equipo y cuando se recuperase del golpe anímico, usarla. Eso fue en el minuto 10. Justo cuando Leo apareció en el encuentro.


A punto estuvo de igualar el partido en el minuto 7, cuando tras una pérdida de Ramos, encaró la portería de Casillas y disparó duro, pero el portero local estuvo formidable y evitó el empate. A partir de ahí, Alves pasó a jugar de interior, mucho más cerca de Leo, que partiendo desde el extremo derecho, se unía frecuentemente con Cesc y Xavi en el medio para tocar. Alexis era quien ocupada el puesto de 9 e Iniesta jugó tirado a la izquierda.


Pero como hemos dicho no era un Barça perfecto. Ni mucho menos. Tenía más la posesión de la pelota que el rival, pero no conseguía controlar el juego. Provocado, quizá, por la presión blanca, lo cierto es que desde atrás no se conseguía salir con claridad y cuando se conseguía los jugadores cometían muchos errores en pases fáciles sin oposición.


Y frente al Madrid, cada pérdida es una ocasión. Pero está vez ninguno de los delanteros blancos estuvo inspirado. Cristiano tuvo el 2 a 0 pero erró cuando lo más fácil era marcar. Ozil estuvo desapareció, Di María pareció acusar una acción fortuita en la que se lesionó y Benzema estuvo desasistido. Por si fuera poco, el centro del campo local era incapaz de enlazar 2 pases seguidos y cuando lo hacían, se encontraban con un Puyol impresionante, ganando todos los duelos individuales a los que fue exigido.


El gol del empate llegó en el minuto 30. Lo marcó Alexis, una acción de 9 puro, ganando la espalda a los centrales, guardando la posición con el cuerpo y sacando un disparo de una posesión complicada. Pero mucho mérito del gol lo tiene Leo, que lo asistió después de marcarse una jugada espectacular en la que dejó atrás hasta 3 jugadores blancos.


Con el empate a 1 se inició la segunda mitad. Todo seguía igual, con el Barça perdiendo balones fáciles y con un Madrid incapaz de hacer algo con sentido con la pelota.  El panorama cambio cuando Iniesta comenzó a ayudar más al centro del campo, Alves jugó de extremo y Cesc adelantó algo su posición.


Entonces al Barça comenzó a durarle más la pelota, los errores en  las entregas eran más espaciados en el tiempo y las ocasiones de gol se sucedían. El gol se mascaba y llegó de la forma menos bonita de todas. Un disparo de Xavi rebotó en Marcelo y de forma agónica se introdujo dentro de la portería.


La fortaleza mental que había demostrado el Barça después de recibir el primer gol, no la demostró el Madrid. Tuvo eso sí alguna ocasión de gol muy clara como una fallada por Ronaldo que remató de cabeza desviado en el área pequeña. Pero  siempre eran por errores en la salida de balón culé.


En cambió, cuando el Barça conseguía superar la presión, sin Fe, del Madrid, tenía muchísimos espacios. Iniesta se erigió en el alma del equipo y de tener acierto delante puerta y en el último pase, ahora estaríamos hablando de otra goleada. Sin embargo solo entró uno más. Lo marcó Cesc, tras una jugada colectiva liderada por Messi, que encontró a Alves solo en la banda y éste dibujo un centro preciso a Cesc, que ganándole la espalda a Coentrao, marcaba el tercero de la noche.


 Pudieron ser más, pero Casillas y el desacierto culé en la definición lo hicieron imposible. Como lo fue también que el Madrid ganase al Barça. No fue por suerte, ni por una versión sublime de los culés. Fue simplemente porque unos creen en una idea que no depende del marcador. Y cuando esa idea la ejecutan jugadores como Leo o Iniesta, todo es mucho más sencillo.


No sabéis que felices estamos!!!


The Digital Garden.


 



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