dijous, 1 de desembre del 2011

La perfección eterna no existe




En el fútbol lo nuevo siempre causa miedo. Por eso no se instala el video, por eso genios como Johan fueron incomprendidos. Por eso, tal vez, desde algunos aficionados comience a instalarse la idea de que las variantes tácticas que ha introducido Guardiola al equipo más que ayudar, están perjudicando al equipo.


 


 


No debería extrañar cuando todavía a hoy se dice que el fichaje de Romario supuso el fin del Dream Team. Con él, el Barça dejó de jugar sin 9 fijo a jugar con un delantero centro clásico. Pero, a nuestro entender, la variante táctica de Pep es mínima, ya que la idea es exactamente la misma ahora que en el primer partido de la era Guardiola.


Lo que sucede es que los fichajes de Cesc y Alexis, más la gratísima consolidación de Thiago y la sorprendente aparición de Cuenca, han puesto a disposición de Guardiola una plantilla tan grande como nunca antes había tenido, con múltiples posibilidades tácticas, que quizá haya más rotaciones que nunca y que todo ello no se haya visto en una mejora de los resultados ni del rendimiento.


Pero no es una consecuencia ni mucho menos. Lo que sucede, o eso creemos, es que es imposible estar durante tanto tiempo rindiendo al más alto nivel por mucho que se trabaje para ello, por mucho que se ponga empello para hacerlo. El ser humano no es perfecto y no siempre puede rendir al máximo, sobre todo cuando hablamos de precisión.


El Barça en las tres últimas Ligas ganadas ha estado jugando aún ritmo de más de 90 puntos, rozando los 100. Eso significa que 114 encuentros, han sido muy pocos los que no ha ganado. Mantener ese ritmo supone un desgaste físico y mental increíble, aparte de requerir lo mejor de uno mismo durante un gran período de tiempo.


El ritmo de puntos que está teniendo el Barça este año, le situaría al final de Liga sobre los 85 puntos, la misma puntuación del último gran Barça, el de Ronaldinho y Eto’o.  Por lo tanto, lo extraordinario es lo de las tres temporadas anteriores, lo normal es lo de ahora. Pero si dejamos la Liga y miramos el resto de competiciones, aún entenderemos la exigencia que en la que está instalada el Barça.


4 años seguidos en las semis, como mínimo, de la Champions. Mezclándola con la pelea hasta el final de la Liga y de la Copa. 3 años en los que en casi todos los partidos jugados por los de Guardiola el equipo ha tenido el acierto, la cualidad, el trabajo, el esfuerzo necesario para ganar y competir hasta el final por todo, llevándose el título casi siempre.


Grandes equipos como el Manchester United de C.Ronaldo, pelearon siempre Liga y Champions, olvidando la Copa, pero sin el ritmo de puntos del Barça. El Milan de Ancelotti solo ganó una Liga, los galácticos no sumaron nunca Liga y Champions en el mismo año, el Dream Team se olvidaba de la Copa y la Quinta del Buitre no ganó la Champions.


Es lo más normal del mundo que un equipo no esté acertado en todas las competiciones, durante tanto tiempo como lo ha sido el Barça.  El esfuerzo es tal que el más mínimo detalle provoca que haciendo lo mismo no se obtenga el resultado deseado. Por eso Guardiola dice que hay que subir el nivel, porque si no no alcanzará.


Y no se sube, no quiere decir que sea por culpa del nuevo sistema, o porque Guardiola no sabe usar una plantilla grande. Es porque los rivales mejoran y no se encuentra el acierto y la inspiración de antaño. Ésta solo se conseguirá trabajando y esforzándose como hasta ahora. Y cuando vuelva, todo será más fácil. Si cuando la inspiración aparezca, se está perdiendo el tiempo en tonterías, entonces nada volverá a ser tan bonito.


No sabéis que difícil es alcanzar la perfección!!!


The Digital Garde.



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