Guardiola dice que no se le interpreten las palabras que dice. Que no utiliza nunca dobles intenciones y que siempre expresa lo que quiere decir. En la previa del clásico ha dejado bien claro, usando un tono muy pausado y reflexivo, con una serenidad casi mística, que para ganar al Real Madrid el Barça debe hacer un partido perfecto. Todo lo que no sea eso no sirve.
Es así, según Guardiola, porque las virtudes del rival son muchas y las debilidades o las opciones para hacerles daño son pocas. Y la perfección pasa por intentar que el partido no sea un ir y venir en ambas porterías, que se tenga siempre el control del balón lo más lejos posible de Valdés y conceder las mínimas ocasiones de gol posibles.
Aunque este último aspecto Guardiola ha pasado de refilón. Porque lo que él quiere o en lo que él ha estado analizando durante la semana es en cómo hacerle daño al Madrid en ataque, como hacer que sus jugadores tengan los máximos espacios posibles para que se sientan cómodos y puedan intentar hacer cosas. Guardiola lo ha expresado con una imagen clarificadora. No quiere sentarse en el banquillo a esperar que pasen cosas. Quiere que sus jugadores las provoquen.
Eso pasa ineludiblemente por quitarle la pelota al Madrid, algo más difícil este año. Por ello, aunque se haya estado hablando mucho de la defensa de 3 o de 4, quizá la clave esté en el número de centrocampistas que quiera sacar Guardiola para percutir sobre la defensa del Madrid e intentar que Ramos sufra como central y se vean las costuras de Marcelo.
No es tarea fácil, ya que la defensa del Madrid desde que Ramos pasó al centro del campo es cada vez más sólida, como lo es Marcelo con el paso de los partidos. Karanka ha dicho que utilizará de entrada el 1-4-3-3. Falta por saber si también se refiere así cuando juega con Ozil en la misma línea de Di María y Cristiano o solo cuando lo hace con el trivote, aunque Guardiola ha dicho que se espera al Madrid presionante de esta temporada.
Eso significa que la salida de la pelota desde atrás es clave. Para eso no hay nadie como Piqué. Pero sea como sea, Guardiola tendrá que dejar, salvo grandísima sorpresa, en el banquillo o a Piqué, o a Puyol o Mascherano. Son tres hombres para el centro de la defensa. Son 3 posibles parejas que ambas ofrecen cosas distintas. Pero ya que el propio Guardiola ha dicho que ha preparado el partido para hacer daño al Madrid, con Mascherano y Pique en el eje de la zaga el inicio de la jugada está más cerca de ser la perfecta para que los centrocampistas reciban juego en las mejores condiciones.
Pero más allá de los mensajes que hayan dejado los entrenadores, o los ayudantes de estos , en las ruedas de prensa anteriores al choque, lo cierto es que la igualdad entre ambos conjuntos es tal que cualquiera pueda ganar e imponer sus virtudes respecto a las del contrario.
Ya que es el Barça quien va por detrás, bien haría en no ver el partido como una final. Si el Madrid saliese a 9 puntos del clásico, todos estamos convencidos que al día siguiente estarían hablando de remontada. Por eso, como hay tiempo y partidos para poder remontar 9 puntos, hay que jugar con normalidad y tranquilidad. En ese escenario, el Barça ha sabido manejarse mejor que nadie.
No sabéis que ganas de que sean las 22.00!!!
The Digital Garden.
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