Con el mes de enero tan apretado y de tanta exigencia que le espera al Barça, se puede decir que hoy se permite el lujo de tener restar una fecha menos en el calendario, ya que con el resultado final de 4 a 0 , puede rotar en la vuelta mucho más de lo hecho está noche, donde solo Leo, Iniesta, Alexis y Valdes han tenido descanso por una u otras razones.
Pero a pesar de lo que pudiera parecer por las declaraciones de la previa del encuentro, Osasuna fue fiel a su estilo desde el inicio, siendo ambicioso y valiente, presionando la salida de balón del Barça molestando incluso a Pinto. Eso hizo que más de un fumador echase de menos el tabaco, ya que se vieron situaciones límites formidablemente bien solucionadas por Pinto.
El arreón duro lo que el Barça consiguió hilar tres pases seguidos. Fue a partir del minuto 10, más o menos. Desde ese instante, Xavi dio un auténtico recital de lo que debe hacer un centrocampista. Lo hizo todo bien, permitiéndose el lujo de dar dos pases de gol que son para enseñar a las escuelas de fútbol.
Sobremanera destaca el primero. En el minuto 13. Marcó Cesc, que supo estar siempre en el espacio libre. Pero Xavi hizo una obra de arte. Recibió en la frontal, se dio la vuelta, piso la pelota, miró, busco, hizo que el tiempo se detuviese y por fin vio solo a su compañero que no desaprovechó la ocasión. Fueron tal vez 3 segundos, que parecieron un minuto por las cosas buenas que hizo Xavi en esos momentos.
El segundo tardó poco en llegar. Fue en el También Cesc y también a pase de Xavi. Aunque el pase entre líneas de Xavi fue formidable, lo destacable del gol fue la maniobra de Cesc dentro del área, a lo Romario. Recibió en carrera, se detuvo y con una tranquilidad impropia de un partido oficial, se inventó una vaselina casi sin espacio que despertó la admiración del Camp Nou.
Faltaban 70 minutos de partido por jugarse y daba la sensación que la eliminatoria ya estaba sentenciada. Sobretodo por el vendaval de ocasiones de gol que creo el Barça en los siguientes 10 minutos. Puyol, Pedro y Thiago tuvieron el gol en sus botas pero entre el portero Riesgo y la poca precisión en el remate privó al Barça de abrir más brecha en el marcador.
Tras el descanso, Osasuna se volvió a venir arriba, presionando cuando podía a Pinto, pero con Mascherano , Piqué y Busquets en la salida de balón, se superaba muy fácil la primera línea de presión. Así, con Xavi y Thiago con espacios, no tardaron en volverse a ver ocasiones de gol claras para el Barça.
Pero pasaban los minutos y al no ampliar la renta el Barça, Osasuna veía como con un gol se metía de lleno en la eliminatoria. La cabeza dio oxígeno a las piernas y mantuvo la presión alta durante más tiempo que en la primera mitad, aunque el Barça siempre terminaba tocando en campo contrario, no concediendo ninguna pérdida cerca de su portería.
Pero ni la salida de Leo Messi con 30 minutos por jugarse quitó las esperanzas a Osasuna, que se mantuvo siempre competitivo, llegando a tener una ocasión de gol en el 19, que fue respondida por otra más clara de Leo en el minuto siguiente, aunque no acertó a definir cuando Alves lo dejó solo delante del portero.
Pero con Leo en el campo todo es más fácil. Poco a poco fue cogiendo el ritmo y haciendo que el Barça rondase el gol en cada jugada. Con Alves asociándose con Leo Y Xavi asistiendo a ambos, Osasuna volvió a quedar encerrado en su área, achicando balones como podía.
Pero resistió poco. Messi entrando como un tren desde atrás, remató de cabeza un medido centro de Cesc. Era el final de una jugada de casi dos minutos de ataque continuado, culminado por un hombre que a las 12 de la mañana era baja por gripe y a las 23.30 ponía un candado a la eliminatoria.
En ese momento el Barça bajó el pistón y la intensidad, concediendo las primeras malas entregas en la salida de balón del partido. En el subconsciente de los jugadores estaba el hecho que a pesar de encajar un gol, se saben incapaces de perder por más de un gol en Pamplona.
Pero en el fútbol cualquier concesión o minutos de relax se nota. Así, asustó Osasuna a Pinto, aunque siempre en disparos de larga distancia. Cuando todo el mundo firmaba el resultado, Leo demostró su insaciable hambre y marcó el cuarto de la noche, que fue de nuevo un golazo marca de la casa, tras otra asistencia de Xavi, el amo y señor del partido.
Inicia el año el Barça como terminó, manteniendo la línea de buen juego y de competitividad máxima. El premio es ganar tiempo, algo que puede parecer pecata minuta pero que descargará las piernas de algunos jugadores y que como se vio en el final de la temporada pasada resulta clave. Así que una noche redonda.
No sabéis como hemos disfrutado!!!
The Digital Garden.
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