dilluns, 2 de gener del 2012

El peligro de mirarse demasiado




Después del juego tan excelso que se ha visto este último año, de tantos éxitos y de tantos elogios recibidos se puede caer en el error de mirarse el ombligo demasiado.  De hecho, el entorno ya ha caído en ese error. Son varias plumas ilustres del entorno barcelonista a las que hemos leído decir el mensaje de que el sustituto de Guardiola, en el momento que llegue, parece que afortunadamente será tarde, ha de ser de casa.



 


La cantera culé no solo está dando formidables jugadores, sino también está creando una escuela de entrenadores que son los que están transmitiendo ese ADN a los chicos. Pero no hay que priorizar. Ni debe ser una meta. No. Un técnico del primer equipo, como un jugador del primer equipo, lo primero que debe ser es bueno. Lo demás queda en segundo término y su procedencia debe ser irrelevante.


Quien primero lo entiende así es Guardiola. Nadie como él da oportunidades a los de casa. Pero nadie como él sabe la importancia que han tenido en los éxitos gente como Eto’o, Keita, Villa, Mascherano, Alves y un larguísimo etc. Cuanto más nivel tenga la primera plantilla, más buenos deberán ser los canteranos para subir y más deberán competir para intentar alcanzar ese nivel que les permita entrar en el primer equipo.


España ha sido campeona de Europa y del Mundo justo después de la Ley Bosman. Justo cuando menos españoles jugaban en el Barça y el Madrid, los dos grandes equipos del país. Lo mismo puede decirse en el Básquet, donde se ha ganado todo durante 10 años y se sigue rindiendo al máximo en las categorías inferiores.


Está clarísimo que la competencia ayuda a aumentar el nivel en todos los ámbitos de la vida. También en el deporte.  Si dejamos de pensar que  fuera no hay nada que nos pueda ayudar y nos queremos convertir en autosuficientes estaremos dando el primer paso hacia atrás en la lucha por mantenernos en la élite.


Sin ir más lejos, este ciclo ganador es el mismo que se inicio en el 2003. Valdés, Puyol, Xavi, Iniesta y Leo son el hilo conductor de todo. Alguien por aquel entonces tan desconocedor de todo lo que rodea al Barcelonismo llevaba el timón. Era Frank Rijkaard. Estamos seguros que habrá algunos entrenadores más que preparados fuera de Barcelona capaces de hacer lo que hizo Frank en su momento.


De momento, nadie ha dicho de no fichar nada. O de tirar de solo de canteranos. Pero si se ha repetido lo de ganar un título con 11 canteranos en una final. Guardiola se ha cansado de repetir que eso carece de toda importancia. Y así es. Si se hubiese trabajado en la cantera con ese objetivo, ahora no habría tantos canteranos en el equipo ni de tanto nivel. 


Que haya tantos es la consecuencia de trabajar bien durante muchos años con la idea de ayudar al primer equipo. No hay peligro de que este pensamiento cale en el club, pues Zubi y Guardiola están alejados de esa forma de ver el club. Pero conviene recordar del peligro de convertir una consecuencia magnífica en un objetivo. Un matiz tan pequeño puede ser tremendamente perjudicial para el futuro.


No sabéis que cerca estamos del narcisismo!!!


The Digital Garden.



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