El Betis va camino de convertirse en el equipo que mejor y más daño hace al Barça de Guardiola. Y es que a pesar del resultado, 4 a 2, claramente determinado por la diferencia de calidad entre ambos equipos en las dos áreas, el Betis de Mel le ha discutido la pelota al Barça, le ha presionado arriba y ha sido capaz de generar tantas ocasiones de gol como él, jugando once contra once.
Si ha habido algún espectador que se ha incorporado al partido en el minuto 15, habrá pensando que se estaba perdiendo un recital culé. Pero no era así, El Betis había tenido en el minuto 6 un mano a mano contra Valdés, que salvó milagrosamente el gol. Y sólo el desacierto bético en el último pase en los primeros diez minutos, privó al Barça de otros sustos.
Pero con la calidad que tiene Guardiola sobre el campo, no se puede perdonar. La primera llegada fue gol. La segunda también. Marcaron Xavi y Leo, siempre tras una jugada colectiva del Barça, pero que fue una excepción durante la primera mitad, ya que sería el Betis quien chutase más a puerta y llegase más veces al área.
Lo hizo con las mismas armas que usa el Barça. Tocando en el centro del campo, buscando el espacio, haciendo dos contra uno en la banda, especialmente en la de Abidal y llegando con muchos hombres arriba. Tuvo su premio en el gol de Rubén Castro, que tras un jugadón por la izquierda del ataque bético, remató a placer sin oposición dentro del área pequeña.
No era el resultado más justo el que reflejaba el marcador tras el descanso. Guardiola, consciente de los problemas que estaba teniendo a su equipo, tiró de Alves (que fue suplente, quizá pensando en la Copa) para solventarlos. El sacrificado fue Cuenca, que apenas entró en juego en la primera mitad.
El objetivo no fue volver a la defensa de tres, ya que Alves volvió a ocupar la posición de extremo. Pero quien movió ficha táctica fue Mel, que quitó a Iriney y dio entrada a Roque Santa Cruz, jugando con dos 9, aunque dejase menos ocupado el centro del campo. La apuesta era clara: Aprovechar mejor los espacios que concedía el Barça.
A quien le salió mejor la apuesta fue a Mel. Primero porque Alves tardó tres minutos en bajar al lateral, debido a que fueron suficientes 180 segundos para saber que no se podría continuar con tanto riesgo. Segundo, porque Santa Cruz marcó en el minuto 6 un golazo tras pérdida del Barça, pero no cerca del área, sino a casi 60 metros de la portería de Valdés, culminando una tremenda jugada personal.
Con el partido nuevo, Mel quitó a Salva y dio entrada a Matilla, poblando el centro del campo, y volviendo al posicionamiento del inicio de partido, ya que Rubén Castro pasó a jugar como un centrocampista más. Pero el mensaje fue otro. El Betis pasó a jugar mucho más replegado, con la defensa más cerca de su portero. Con esa concesión, el Barça pasó a monopolizar el balón y comenzó a llegar con claridad a puerta. En la otra área, el Betis llegaba menos, pero los espacios todavía eran mayores.
Pero el Barça se había enrabietado y pasó a jugar como tiene acostumbrado al personal, ofreciendo una imagen inédita hasta ese momento del encuentro y encerró al Betis en su área. Le falto precisión en los últimos metros, dejando escapar varias ocasiones de gol claras. Todo cambió cuando tras una acción polémica sobre Iniesta, el público, que estaba excelente, subió un punto el nivel de decibelios.
A los dos minutos, Mario, el mejor defensa bético en el partido, vio justamente la segunda amarilla. El partido terminó en ese instante. Alexis se encargó de marcar el tercero, con un gran desmarque a la espalda de los centrales para aprovechar, de forma muy parecida al gol de Chamartín, un sensacional pase de Xavi.
Como la ambición del Betis continuaba inacta, los espacios para el Barça fueron mayores a partir de ese instante. Llegó el cuarto de la noche, que lo transformó Messi de penalti, pero pudo llegar alguno más. Daba igual; el partidazo estaba visto para sentencia.
Partido para reflexionar el disputado en el Camp Nou. Pensar porque el Barça cuando tiene el agua al cuello es capaz de embestir como nunca. Pensar en los pros y contras de la defensa de tres. Pensar en que lo vivido hasta ahora era lo anormal y que, en todos los sentidos, se vuelve a la normalidad. Sea como sea, hay mucho para pensar.
¡¡¡No sabéis como hemos sufrido!!!
The Digital Garden.
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