Lo que se previa antes del encuentro sucedió. Fue un partido de ida y vuelta, donde quien más llegaba era el Español aunque sin la pegada del Barça, que no supo tener controlado el encuentro nunca y que al final se dejó empatar un partido, perdiendo dos puntos y , posiblemente buena parte de las opciones para repetir el título de Liga.
El sufrimiento culé se vio desde el principio. En el primer acercamiento al área de los locales, Verdu hizo una enorme jugada individual que remató el mismo por dos veces. Ambas el balón se quedo justo en la línea de gol. Primero Valdés y después Piqué impidieron que el Espanyol se adelantase en el marcador.
Como ya es habitual, salió el Barça con defensa de 3 y Alves de extremo. Pero esta vez no tuvo el Barça un claro control sobre el juego, lo que provocó que los de Guardiola sufriesen demasiado durante buena parte del partido, ya que no conseguían posesiones largas que hiciesen calmar el ritmo frenético que también se le da al Espanyol.
El Barça tuvo sus mejores minutos entre el 10 y el 20 de la primera mitad. Hay pudo sentenciar el partido. Apareció Iniesta y con él el juego de su equipo. Cesc y Alexis encontraban espacios y cuando no, los defensas y el portero locales se disfrazaban de reyes magos y regalaban ocasiones de gol a los delanteros culés.
Desaprovecharon las dos primeras. Pero a la tercera fue la vencida. Una sensacional jugada colectiva del Barça, terminó en un centro de Alves a la frontal del área. Desde atrás llegó Cesc que remato perfectamente. El balón era más que parable, pero C.Álvarez se le encogieron las manos y no pudo evitar el gol.
Lejos de venirse abajo, el Espanyol continuó igual. Derrochando esfuerzo en todas las partes del campo, quizá con un exceso de agresividad, pero impidiendo a Xavi mandar y desconectando a Messi del juego. Solo los errores individuales cuando se acercaban al área privaron al Espanyol irse al descanso con un empate en el marcador.
Los segundos 45 minutos tuvieron el mismo ritmo, aunque el Barça intentase poner cloroformo en los primeros instantes, no consiguiendo calmar el ímpetu blanquiazul, que veían como pasaban los minutos y seguían metidos en el encuentro, ya que el Barça apenas llegaba con peligro al área rival.
En parte, la falta de peligro azulgrana venía derivado por la desaparición de Leo Messi, quien apenas entró en juego en todo el partido. Ni cuando estuvo tirado a la derecha, ni cuando retrasó su posición detrás del falso 9 ni cuando estuvo en punta. La intensidad del encuentro la notó especialmente él, quien solo tenía en las piernas 3 entrenos.
Se acercaba el partido al final y cada vez se llegaba menos a las áreas. Pero con la salida de Pedro al campo por Alexis, el Barça estiró algo más el campo, volviendo a la defensa de 4 tradicional. Y cuando parecía que nada podía hacer cambiar el marcador, una buena jugada colectiva del Espanyol terminó en gol.
Alvarito ganó la espalda a Puyol y remato a placer un centro de Sergio García, desatando la locura en el estadio. Pero todavía no se había visto todo. El Barça arreó en 5 minutos más que en todo el encuentro. Pletórico de fuerzas, encerró al Espanyol en su área y no se llevó el partido de milagro o villarato.
Primero el palo evitó que Pedro dejase helado a Cornella. Después, también Pedro remato dentro del área y cuando la pelota iba dentro de la puerta, una mano de Raúl Rodríguez se interpuso en el camino. Ya no habría tiempo para más y las caras de los jugadores del Barça reflejaban que se habían escapado algo más que dos puntos.
No hay excusas, el partido era de empate y así terminó. El Barça no chuto más veces a puerta que el rival, ni supo imponer su juego. Siempre daba la sensación que el encuentro era más del agrado de Pochettino que de Guardiola. Algo que ya no debe extrañar a nadie, en los últimos años, el Espanyol es quien más puntos le ha quitado al Barça. Sí, por delante del Madrid.
No sabéis que difícil está la Liga!!!
The Digital Garden.
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