dissabte, 9 d’abril del 2011

LFP J31. FC BARCELONA 3 ALMERIA UD 1. Demasiado sufrimiento




 


 Messi


 


El Barça salió al campo como quien sale de la ducha después de un día de playa. Relajado, con la modorra invadiendo el cuerpo y deseando no hacer nada más que descansar. Seguramente es una hipérbole, pero se asemejó bastante a lo que ocurrió. Tanto, que nunca se ha visto a Guardiola tan histérico en los tres años que lleva en el cargo. Por fortuna, todo acabó bien.


Aunque no es anormal lo de los inicios de partido que están haciendo los hombres de Pep. Como en los dos partidos anteriores, se ha estado en el alambre en los primeros trances del encuentro. El Almería en esos minutos sacó 3 córners y jugó más en el campo del Barça que en el suyo propio, haciendo que la defensa culé estuviese siempre  cerca de Pinto.


Con tres jugones en el equipo, como son Xavi, Iniesta y Thiago, el Barça tardó en hacerse con el mando del juego. Las muchas impresiones en la medular impedían que el balón llegase a Bojan y Messi, los delanteros en la noche de hoy. A medida que pasaron los minutos, la inquietud comenzaba a apoderarse del Camp Nou.


Lo hacía a la misma velocidad que llegaban las ocasiones de gol del Barça. Llegaron de las botas de Bojan. Primero con una internada por la derecha que le dio el gol hecho a Thiago que tiró fuera dentro del área pequeña. Luego en un pase en profundidad a Messi excelentemente cortado por la defensa visitante.


No pudo aportar mucho más al equipo, porque se lesionó en una acción fortuita. Entró Villa por él, y el equipo siguió creando ocasiones. Messi entró más en juego, Alves pasó a jugar de extremo, la movilidad de Villa retrasó la defensa andaluza 10 metros. Pero lo que no llegó fue el acierto de cara a puerta.


No fueron ocasiones claras, pero si lo suficientemente asequibles como para acertar alguna. No lo hicieron y se llegó al descanso con la sensación de que el equipo de que todo lo ganado hace 7 días corría serio peligro de esfumarse, sobretodo porque ya se conocía la victoria del Madrid en San Mamés.


La sensación se transformó en pánico cuando después de que Villa mandase al paló un extraordinario pase de Xavi, el Almería marcó en el minuto 5, después de un contraataque de libro, entre Crusat y Piati, que finalmente marcó Corona , que se quedó solo ante Pinto y definió con tranquilidad.


No le duró mucho la alegría al Almería. Un minuto después, Milito manda un balón en diagonal de 40 metros a la espalda de la defensa, buscando el desmarque de Villa. La pelota encontró destinatario, y el portero Alves arrolló al delantero dentro del área. El árbitro señaló penalti, que transformó con sangre fría Messi.


Guardiola en ese instante cambio a Milito y dio entrada a Pedrito, pasando  Mascherano( que se perderá el clásico por acumulación de tarjetas) al eje de la zaga y retrasando la posición de Xavi al mediocentro, a quien le acompañaban Iniesta y Thiago jugando como interiores.


Desde ese instante, el dominó del Barça fue más abrumador que en la primera mitad, las ocasiones mucho más claras y solo la falta de acierto de los delanteros evitó que el gol llegase antes. Tuvo que ser, de nuevo, un hombre de segunda línea quien adelantase al Barça.


Fue a balón parado, tras un córner que lo tiro Messi y lo remató Thiago, con un cabezazo espléndido, al más puro estilo Bakero. El salto fue limpio y el remate perfecto, girando la cabeza y marcando los tiempos como mandan los cánones. Fue la última acción del canterano, que fue substituido por Keita, que se apoderó del pivote defensivo, liberando a Xavi de esa responsabilidad.


Con el marcador a favor, el Barça volvió a jugar lento, sin profundidad, sin poner en apuros a la defensa visitante. Bien es cierto, que tampoco estaba siendo exigido y que se encontraba cómodo controlando la pelota en posiciones tranquilas. Pero el marcador era ajustado y los nervios, o miedo, iban aumentando a medida que el reloj se acercaba al 45, ya que a veces hay que hacer muy poco para marcar.


Así fue como llegó el último gol de la noche. Pero no lo marcó el Almería. Fue Messi, después de que su equipo estuviese encerrado en el área, literalmente, durante dos minutos en los que solo se dedicaba a rechazar balones, ya que los jugadores parecían haberse contagiado del miedo que reinaba en las gradas.


La noche pudo acabar en tragedia, pero acabó como todo el mundo imaginaba al principio. Pero el desarrollo sorprendió a todos. Incluso a Guardiola que ya había avisado de que algo parecido a lo ocurrido estaba cerca. Por fortuna, él imaginó un final diferente.


No sabéis como hemos sufrido!!!


The Digital Garden


 



Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada