Nunca el Barça de Guardiola había dejado en un partido tantos argumentos para estar desbordante de alegría como para sentirse algo intranquilo. A pesar del 5 a 1, que le deja con píe y medio en las semifinales, por momentos se ha estado más cerca del desastre que del éxito y de la clasificación.
En los primeros 15 minutos, a pesar del gol de Iniesta en el minuto 2, el Shakhtar Donetz ha desnudado y mostrado al mundo todas las debilidades defensivas que se intuían desde las bajas de Abidal y Puyol y que hasta ahora habían quedado al descubierto. Los delanteros del equipo de Lucesco han ganado siempre por velocidad a Piqué y Busquets, y solo la falta de acierto y el gran estado de forma de Valdés salvaron al equipo.
El aviso inicial de Guardiola pareció recibirlo todo el mundo menos sus jugadores, que parecieron salir sin la concentración suficiente. Numerosos errores en la entrega de balones fáciles, demasiado espacio entre líneas convirtieron el partido en un ida y vuelta que está muy lejos de lo que busca Guardiola en su equipo.
Por eso sacó de inicio a Keita, para dotar de fortaleza al centro del campo, que en el encuentro de hoy estaba formado por 4 jugadores, ya que Iniesta dejó la banda entera al protagonista de la noche, Alves. En él se resume todo, capaz de desequilibrar como nunca en defensa y de crear él solito problemas a toda la línea defensiva producto de su aceleración incontrolada que más de un susto causó a Valdés.
Pasado los primeros 15 minutos, y hasta el descanso, el Barça intentó sin éxito dominar el juego. Generó ocasiones, no concedió ninguna, pero más por fallos en los últimos metros de los delanteros visitantes que por la colocación y orden del Barça. Pero en ese instante fue mejor y mereció marcar. Lo hizo Alves, después de un maravilloso pase de Iniesta, aunque ayudado por un error defensivo de los centrales que no tiraron el fuera de juego y defendiendo la jugada con la mirada.
Tras el descanso, el Barça se ordenó mejor a través de la pelota. Xavi adquiero más protagonismo, Iniesta continuaba manejando el juego y Messi, omnipresente todo el rato, generaba espacio y daba continuidad a la circulación de pelota. El gol no tardó en llegar, lo hizo de córner y fue de nuevo Piqué, que con algo de fortuna hacía el tercero de la noche.
Cuando mejor estaba el partido para los intereses del Barça, en un balón lateral, Rakitskiy con el muslo metió el miedo en el cuerpo a todo el estadio. Pero en al siguiente jugada, una diablura de Leo en el área la culminó de forma extraordinaria Keita. A partir de ahí, de nuevo aparecieron las malas sensaciones para el Barça.
A punto estuvo de encajar el segundo en un chute al palo de Luiz Adriano, que veía como en un duelo en el que pudo marcar 4 goles la suerte, Valdés y los palos lo evitaron. Hasta el final, quizá por lo volcado que estaba el equipo de Lucesco, Pique y Busquets volvieron a sufrir muchísimo para contener la velocidad de los puntas.
En ese ir y venir, posiblemente se sentenció la eliminatoria. En una de las múltiples internadas de Alves por la derecha, que aprovechó el espacio que se generó en esa banda tras una sensacional jugada colectiva del equipo para ceder el balón a Xavi y poner el quinto de la noche y dejar a su equipo con el pase a semfinales casi cerrado.
Será interesante ver y estudiar el post partido que tendrán los barcelonistas. Hay argumentos para pensar que desplegando este juego el Barça no logrará superar a equipos más fuertes físicamente como los ingleses o el Madrid. Pero también es cierto que ante un señor equipo como el Shakhtar ha sido capaz de crear ocasiones para merecer los cinco goles que ha marcado y quizá alguno más. Noche de claroscuros pero con una hermosa sensación de victoria.
No sabéis que bien dormiremos!!!
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