Hoy nos hemos dado cuenta de que Pep Guardiola es humano. Llevamos todo el año viéndole comedido y mordiéndose la lengua ante los múltiples ataques de José Mourinho.
Esa actitud pasota e ignorante ante las eternas peloteras del técnico portugués era criticada por los medios madridistas (ahora llamados "central lechera"), ya que consideraban que lo de Guardiola era una falsa modestia llena de cinismo y prepotencia.
Pues bien, hoy Guardiola se ha cansado y ha devuelto, por fin, punto por punto, todos los balones envenenados enviados por Mourinho. Y lo ha hecho con una elegancia y de una manera tan directa y sin tapujos que nos ha encantado.
A modo resumido, Guardiola ha retado al portugués a medir las fuerzas en el terreno de juego, asumiendo que la guerra dialéctica en la zona de prensa la tiene perdida desde el inicio de la temporada. Pep ha llegado a reconocer que Mou en esos lodos es el "puto amo".
Reconocida esta derrota, Guardiola no ha querido agachar la cabeza ni ofrecer el tono derrotista que algunos jugadores sí tuvieron en zona mixta el día de Osasuna. Guardiola ha sacado su vena más agresiva retando al Madrid a medir sus fuerzas en el césped. Como bien dice Guardiola, el Barça irá con 8 de la casa a competirle una semifinal al Madrid de los 7 delanteros y las 9 Copas de Europa.
Razón no le falta al bueno de Guardiola. Ya era hora de que alguien diese un golpe encima de la mesa. Lo que es una lástima, es que habiendo un secretario técnico, un presidente y un vicepresidente deportivo, sea el entrenador quien aúne todas las fuerzas para luchar contra el poder fáctico que ha establecido Mou.
El Barça debe seguir el camino que le ha señalado su entrenador. No agachar las orejas, no caer en las inmensas provocaciones barriobajeras de los rivales y tan solo jugar a fútbol. La línea es la segunda parte de la final de Copa.
Todo el mundo coincide en que el Madrid ha llevado al Barça a su terreno. Siendo cierta esta afirmación, el llevarse al Barça a las arenas movedizas sólo les ha servido de arrancar dos empates en 180 minutos.
Ya sabemos qué pasa cuando el Barça consigue lo mismo. Si no, vean el partido que se jugó el 29 de noviembre.
Lástima de la lesión de Iniesta que no le permitirá jugar mañana. Saldrá el manchego pero entrará otro. Mañana el Barça debe salir con once Guardiolas al terreno de juego. Salir a morder, a mirarle a los ojos a este Madrid tan crecido y tan agresivo. Dar la machada mañana implicaría mandar al Madrid al mismo lugar en el que estaba antes de la final de Mestalla.
Pep ya lo dijo en el discurso celebrando la Liga del año pasado: "Os debemos una y estos no os fallarán". Palabra de Pep.
¡No sabéis las ganas que os tenemos, central lechera!
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