El Barça sale de Anoeta como quería. Con 8 puntos de ventaja sobre su perseguidor y a solo 4 puntos de alcanzar su tercera Liga consecutiva. Sin embargo lo hace como no lo hubiese imaginado. Perdió el partido y a dos jugadores para todo el mes de competición que queda, dejando la línea defensiva más desprovista de soluciones si eso era posible.
La derrota del Real Madrid contra el Zaragoza condicionó el encuentro por completo. Guardiola antes de saber el resultado blando, diseño un 11 inédito y de circunstancias. Con Pinto en la portería, con Montoya debutando en el lateral derecho, con un central o mediocentro como Fontás en el lateral zurdo y con Keita y Thiago acompañando a Xavi en la media.
Con Messi delante, el Barça salió a por todas, en 10 minutos ya había avisado dos veces de cuáles eran sus intenciones. Posesión abrumadora y entrar por las bandas con Afellay y Jeffren. Sin embargo, todo cambio con una entrada fuera de lugar de Tamudo, que desafortunadamente acabó con Montoya en el hospital. Alves no pudo descansar, ya que era la única solución en el banco. El miedo a verse fuera del final de temporada se apoderó de los culés y el partido cambio de rumbo.
Bien es cierto que La Real no asustó nada en todo el primer tiempo y que el Barça se adelantó en una de las pocas veces que se acercó con peligro después de la lesión. Marcó Thiago tras un espléndido pase de Xavi en profundidad, que fue muy bien finalizado por el canterano que está aprovechando a la perfección todas las oportunidades que le están dando en este final de temporada.
Si ya fue notorio el bajón de intensidad tras la lesión de Montoya en los jugadores del Barça, más lo fue tras la reanudación. La Real salió presionando mucho más arriba y el Barça fue incapaz de superar la primera línea, haciendo que tanto Jefrren como Afellay apenas tuvieran oportunidades para encarar a sus marcadores, obligando a Messi a bajar muchísimo para entrar en juego.
Como bien dice Guardiola en reiteradas ocasiones, y a pesar de que mucha gente no le cree, en el deporte de élite o juegas a tope o no tienes nada que hacer. Eso pasó ayer. Sin absolutamente nada de juego la Real comenzó a encontrar ocasiones de gol. Pinto salvo las primeras, pero nada pudo hacer para detener el primer gol.
Fue un balón que le quedó muerto a Ifran dentro del área y batió sutilmente al portero andaluz. A raíz del gol el Barça recuperó la concentración y volvió a mandar en el campo. Pero en 3 minutos todo se fue abajo y la posibilidad de sentenciar la Liga se pospuso una semana. En ese intervalo de tiempo Milito marcó un gol que le anularon, se lesionó en esa jugada e casi de inmediato la Real se adelantó.
Fue en una jugada confusa, en la que Mascherano terminó cometiendo penalti al derribar dentro del área a un contrario. Lo aprovechó Luis Prieto para marcar, aunque nos cueste recordar un penalti en el que tanto el delantero como el portero estuviesen a tan bajo nivel. Ya nada pudo hacer el Barça que en los 10 minutos que tuvo para remontar el partido no asustó en ningún momento a Bravo.
Pocas veces se saldrá de una derrota con el objetivo cumplido, pero nunca conseguirlo fue tan caro. Y es que de aquí a final de temporada, gente como Bartra para el lateral derecho, Fontás para el de central y, tal vez Muniesa, para el izquierdo serán imprescindibles para reservar a los titulares…Bueno, eso del descanso dependerá de lo que pase el martes. Aún no hay nada hecho. Sufriremos seguro.
No sabéis que cerca está el cielo!!!
The Digital Garden.
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