Guardiola dijo una frase cuando el equipo estaba a 10 puntos que despertó quejas, tanto de sus seguidores como de los aficionados rivales. La frase en cuestión es la siguiente:” hemos de jugar mejor para no dejar que el azar intervenga en el resultado”: Unos lo entendieron como una manera de quejarse de los árbitros, otros le acusaron de tirar la piedra y esconder la mano.
Pero la frase de Guardiola describía una verdad como un templo. Irrefutable para cualquiera menos para aquellos que se ganan la vida vendiendo humo y haciendo ruido. Lo había demostrado el Barça en los tres últimos años y en el último mes lo ha vuelto ha demostrar.
Por azar entendemos todo aquello sobre lo que los jugadores y el cuerpo técnico no pueden actuar ni modificar de ningún modo. Incluimos arbitraje, condiciones meteorológicas, lesiones y todas aquellas circunstancias que pueden condicionar un resultado y que nada tiene que ver con el buen hacer de los profesionales.
Cuando el Barça ha estado a su mejor nivel, poco o nada ha importado el azar. Era tal el nivel que mostraban los culés que el fútbol se imponía a todo lo demás. Si no nos creen, recordaremos algunos ejemplos de ello, que por fortuna han quedado escondidos por la fuerza del juego culé.
El primero que mencionaremos y más olvidado es que en la final de toda una Champions League, esa competición en la que según todos el Barça gana de manera vergonzante, los de Guardiola recibieron un gol en fuera de juego cuando ganaba 1 a 0.
En la presente temporada, el Barça sufrió una expulsión totalmente injusta con 0 a 1 en el marcador y 30 minutos por jugarse. Tan bien está el Barça, que se rearmó de forma admirable y sacó el partido y los tres campos en unas condiciones durísimas. O ser capaz de ganar al Sporting de Gijón con un hombre menos cuando el partido estaba empatado y el árbitro no vio un par de penaltis a favor del Barça.
Que nadie coja esto como una forma de quejarse o de hablar de los árbitros. Todo lo contrario. Los errores de los colegiados seguirán sucediéndose por la naturaleza humana de estos. Hasta que no se haga uso de la tecnología en el juego esto seguirá siendo así.
Sirve el argumento para desacreditar las clasificaciones paralelas imaginando que sería de los partidos sin los errores arbítrales. Un gran equipo sabe aprovechar los errores a favor y debe ser capaz de sobreponerse cuando son en contra. Un gran equipo jamás del argumentar sus resultados en función del acierto del colegiado.
No sabéis que poco nos gusta el ruido arbitral!!!
The Digital Garden.
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