Guardiola se equivocó. Esta vez no tenía razón. Su equipono estará en Munich para disputar la que hubiese sido su segunda finalconsecutiva de la Champions Legue. El estilo no es sinónimo deganar siempre, pero a la larga es el mejor camino. Siguiendo el estilo se haperdido esta batalla, pero ha sido después de ganar muchas más antes. Con él,se volverá a estar preparado para volver a intentarlo el año que viene.
Si nos cansamos de elogiar a las aficiones foráneas porla manera de reaccionar en la derrota, la reacción de los 95000 culés quellenaban el estadio es de aquellas que se deberían quedaren la memoria de todoslos aficionados culés, que tras recibir el gol de Torres que cerraba laeliminatoria, comenzó a gritar al unísono y de forma espontánea “olele, olala,ser del Barça es el millor que hi ha”.
Esa reacción del público fue lo único de la eliminatoria que todavía nohabía vivido el barcelonismo en sus más de 100 años de historia. Porque elquedar eliminado siendo mejor que el rival, dando 4 palos, o fallando múltiplesocasiones de gol es algo que en el fútbol está muy visto y vivido, y todos losequipos han ganado y perdido de forma merecida o inmerecida.
Por eso el fútbol es un deporte tan grande y todos losesfuerzos en explicar causas o razones a las cosas no son más que maneras de intentarcomplicar lo más sencillo. El acierto de los jugadores. En el Chelsea, Drogba,Ramires y Torres han sido capaces de definir con acierto las ocasiones de golque han tenido y eso es tan meritorio como crear 10 y fallarlas.
Guardiola dijo después del iniestazo que el gol llegóporque se han hecho cosas bien para ello. Que las cosas pasan siempre poralguna razón. Algo habrá hecho mal el Barça para caer eliminado en unaeliminatoria y algo habrá hecho bien el Chelsea para llegar a su segunda finalde Champions de la historia, eliminandoal actual campeón de la competición.
Porque solo por errores un equipo puede caer eliminadocuando tienes el pase hecho y juegas 50 minutos contra 10 y algo se hace bien paraser capaz de remontar con uno menos. Eso es lo que han hechoel Barça y el Chelsea, fieles a su estilo ambos en todo momento, en una nocheque quedará en el recuerdo como el partido en que el dios del fútbol se hizohumano.
Porque la eliminatoria estuvo en los píes del mejorjugador del mundo. Leo tuvo matar la eliminatoria con un penalti en la segundamitad, que mandó al palo y con un disparo que chocó con el larguero justo antesdel gol de Torres. Leo se derrumbo al final y sus lágrimas fueron la de todoslos barcelonistas que ven como de nuevo no podrán intentar ganar de formaconsecutiva la máxima competición continental.
Pero toda derrota tiene un vencedor y la cara de lostriunfadores debe ser Ramires. Una contra suya permitió a Drogba marcar en laida, y una excelente definición delante de Valdés dio vida al equipo cuandoestaba fuera de Munich y con un jugador menos gracias a la expulsión de Terry,quien con su acción deja por los suelos su imagen, ya que es inconcebible suagresión por la espalda y sin motivo a Alexis.
El gol de Ramires y el posterior de Torres, ambos en losminutos de descuento de la primera y segunda mitad, dejaron sin sentido losgoles de Busquets e Iniesta y metieron al barcelonismo en una sensación detristeza absoluta, como hacía mucho tiempo que no se recuerda. Porque el Barçaha perdido mucho en su historia, pero quizá nunca antes había creído tanto enla victoria como ahora.
Pero el fútbol siempre da revanchas y como se la hatomado ahora el Chelsea 3 años después del iniestazo, se la podrá tomar elBarça. Eso sí, debemos aprender que solo por errores se pierde una ventaja enel marcador cuando tienes 50 minutos jugando con uno más. Tiempo habrá paraaprenderlo.
No sabéis que palo más grande ha sido!!!
The Digital Garden.
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