El tren del fútbol sigue su ruta, y la próxima estación para el Barça es La Romareda de Zaragoza, estadio que le ha sido propicio en las últimas temporadas pero que igual siempre resulta una cita complicada.
Hacia dicha ciudad se desplazará el equipo el mismo sábado por la mañana, justamente en el AVE, en un fin de semana marcado por la pugna deportiva entre ambas ciudades (por coincidencia, el Barça Regal visita el domingo al CAI); pero sin Piqué, cuya baja se ha confirmado por causa de su molestia muscular sufrida en el duro partido ante el Milan. Por lo demás, el equipo está completo (claro, descontando las consabidas bajas de Villa, Abidal y Afellay, quien ya está cercano a retornar) y es presumible que habrá algunos cambios de nombres con respecto al partido del martes, ya que se avecinan tres partidos domésticos muy exigentes, según lo ha analizado Pep en su rueda de prensa; tanto, que el míster ha decidido aparcar el tema del enfrentamiento con sabor a revancha ante el Chelsea en Champions para después de esta semana liguera.
"Tenemos una semana muy exigente a nivel de Liga, con tres rivales muy poco cómodos para jugar, muy agresivos. El hecho de atacar mucho crea cansancio, más que esperar. Tenemos que ver cómo nos encontraremos. Entonces será un placer hablar del Chelsea", ha dicho el técnico culé.
La jornada de Liga también estará marcada por el sensacional éxito de los equipos españoles en las competiciones continentales, que este año han llegado a dominar al punto de que cinco clubes de la Liga se han plantado en las semifinales, y como mínimo, uno disputará la final de la Europa League en Bucarest. Aunque en los tiempos que corren, resulta difícil albergar ese sentimiento de éxito colectivo del fútbol español, con el ambiente mediático tan pesado por causa de las duras y cínicas acusaciones que dejan caer desde una de las partes involucradas. Preguntado al respecto, Pep ha agradecido la "confianza" de aquellos que ven al Barça fijo en la final de Munich, pero recordó que los cuatro semifinalistas en la Champions tienen las mismas posibilidades. Sin ánimo de contribuir a esa rayería mediática de dimes y diretes, Guardiola contestó muy brevemente cuando le preguntaron respecto a las declaraciones poco amistosas (para no variar) de un colega portugués tras la jornada de Champions. "Tiene todo el derecho de responder todas las preguntas", ha dicho Pep, quien además manifestó que "no" está harto del sarcasmo y el cinismo con que se refieren a él continuamente en la sala de prensa de cierto estadio español.
Seguro que no le hace gracia, pero es que Pep no tiene mucho tiempo como para dedicárselo a los cuatro gatos que insisten en ir contra corriente del mundo futbolero, que tras la luchada pero brillante clasificación del Barça a costa del Milan, se ha vuelto a rendir a los encantos del fútbol que despliega el conjunto culé. Lamentablemente, el Zaragoza que le espera este sábado tampoco tiene tiempo para detenerse a aplaudir las proezas blaugranas. Con su propia agenda llena de urgencias, el equipo maño viene lanzado en procura de salvarse del descenso, de la mano del técnico Manolo Jiménez, quien con trabajo y de a callado está consiguiendo el milagro que sus antecesores en el banquillo zaragocista no pudieron. Llevan tres triunfos seguidos, dos de ellos de mucho prestigio ante el Atlético y el Valencia (semifinalistas de la Europa League, nada menos), lo que demuestra que bajo el mando del técnico sevillano han encontrado la fórmula para competir al máximo de sus posibilidades. Jiménez reconoció en su comparecencia ante la prensa que sería "inconsciente" plantarse a jugar de tú a tú ante el Barça, pero que espera de sus jugadores que salgan con todo por la victoria a un campo de juego que estará en condiciones mucho más decentes que los últimos que han recibido la visita del culé, según ha anunciado el mismo técnico maño; quien además no podrá contar con tres titulares habituales, por sanción (Mateos, Apoño y García, uno por cada línea).
Tenemos entonces que será un partido como una final, pues para ambos equipos, los tres puntos son cruciales para seguir en la lucha por conseguir su propio objetivo en esta Liga. No hay respiro: Los maños llegan con tres triunfos al hilo y los blaugranas con ocho, y aún así, sólo les sirve seguir ganando. En este sentido, para los que creemos que Pep Guardiola es parte fundamental en los triunfos de su equipo, la respuesta del míster a la pregunta de rigor sobre su renovación de contrato ("el arroz se está cociendo", ha dicho), ha resultado una alegría, pues la interpretamos como que ya está cerca de anunciar que se queda. De lo contrario, habría dicho algo como que el arroz está crudo y se lo va a llevar para cocinarlo en otra olla, ¿no?
¡No sabéis cómo nos gusta ver jugar al Barça dos veces por semana!
The Digital Garden.
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