En las mejores manos

Cuando la marcha de Guardiola parecía ser la noticia del día en el Barça y en el mundo del fútbol, Zubizarreta con el respaldo de la  Junta directiva de Sandro Rosell han conseguido cambiar el rumbo de los hechos, anunciando por sorpresa la contratación para la próxima temporada de Tito Vilanova como nuevo entrenador del Fútbol  Club Barcelona.

 

 

Valentía y sencillez son las dos palabras que nos vienen a la cabeza para definir  la decisión que ha tomado el club para sustituir a Guardiola. Nada más natural que Tito, nada más parecido a Pep, ni nadie mejor para garantizar el proyecto que Tito. Porque el peligro no era encontrar a alguien como Pep, ni alguien que ganase tanto, sino a alguien que creyese tanto en la idea como Pep.

Y ese hombre es Tito. Por todo. Por conocimiento de la casa, por conocimiento del entorno, por conocimientos del modelo, por las relaciones con la plantilla. Por todo aquello que ahora no podemos imaginar ni saber pero que seguro que es importante de cara al futuro. Y sobre todo, porque nadie mejor que Tito para evitar que desde fuera se convierta a Guardiola en un elemento desestabilizador del club.

El que iba a ser el hombre del día, Guardiola,  ha pasado a un segundo plano por el anuncio del nuevo entrenador. Pero su mensaje de despedida ha sido el de un hombre liberado, que se ha quitado un peso de encima, con una enorme sonrisa en la boca y con una felicidad en el rostro como pocas veces se la hemos visto.

Sus razones para dejar el puesto de entrenador son claras. Se encuentra cansado de todo lo que conlleva ser entrenador del primer equipo, se siente vació y quiere volver a sentir al sensación que tuvo cuando le nombraron entrenador del filial y cuando le propusieron para ser primer entrenador del Barça, dejando claro que ahora no entre en sus planes volver a sentarse en ningún banquillo.

Desde octubre o noviembre que Zubi y el Presidente saben la decisión. Solo en marzo, Ramón Besa en El País hizo público la noticia. Desde hace mucho Zubi y Pep plantearon el nombre de Tito, desde hace poco, Zubi se lo trasladó a Rosell y el miércoles lo hicieron oficial ambos. Hasta hoy nadie, nadie, nadie se había atrevido a sacar el nombre de Tito como sustituto de Guardiola.

Solo este hecho merece una ovación cerrada a la Junta y a Zubi. Cerrada. Pero con hermetismo no se ganan títulos. Se necesitan otras cosas.  Una de ellas es el atrevimiento.  Nombrando a Tito se podrán ganar o no títulos, pero seguro que el club no se saldrá ni un solo milímetro de aquel estilo que Johan Cruyff nos puso como pegatina y que Guardiola nos la ha tatuado en el escudo.

Zubi se ha comido tanto a Rosell como a Guardiola con su discurso y puesta en escena. Simplificando todo el proceso de selección, hablando casi más como amigo personal que como empleado del club, ha dejado claro que el futuro del club está en las mejores manos posibles, como cuando era quien protegía la portería culé.

Queda por ver cómo será Tito delante los micros y como sabrá manejarse en la primera línea de fuego. Pero esto, siendo importante, no es trascendental. Porque lo que haga sobre el campo sabemos que será la mejor manera de continuar con el proyecto iniciado hace 4 años. Como ha dicho Guardiola, éste solo hacía que poner voz a lo que decidían conjuntamente.

Desde esta humilde tribuna se le han dado muchos palos a Rosell y a la Junta Directiva. Desde aquí, no nos queda más que aplaudir la decisión. Independientemente de los títulos que se puedan ganar a partir de ahora, la forma y el fondo han sido exquisitos. El atrevimiento es innegable. Ahora solo esperamos que tengan tantos éxitos como se merece una decisión como está.

No sabéis lo tranquilos que estamos!!!

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