Si la credibilidad de Pep Guardiola era ya de por si incuestionable, el resultado del esta noche en el Calderón ha otorgado una dosis más de confianza e inteligencia al de Santpedor. Acordándonos ayer de la lamentable rueda de prensa a la que Pep tuvo que verse sometido, llena de connotaciones negativas y dudas injustificadas, la victoria de hoy nos da un placer especial.
Un Barça sin Eto’o, sin Xavi y sin Valdés ha dado una auténtica exhibición de saber competir e inteligencia en todas las facetas del juego. Justo cuando los medios dudaban, cuando se criticaba el haber dejado a estos 3 titulares indiscutibles en Barcelona, el Barça ha rubricado uno de los mejores partidos de la temporada. El fútbol es así de caprochoso, pero da la sensación de que todas las decisiones que toma Guardiola son premeditadas y basadas en una planificación, no dejan lugar a sorpresa alguna.
El equipo ha salido con obligadas novedades en el once. Ha entrado Pinto en la portería, y jugadores como Cáceres o Bojan, escasos de minutos, han sido también titulares.
El partido ha empezado muy igualado. El Aleti, sin Agüero, ha salido lanzado y con intenciones claramente ofensivas. Pinto ha tenido que esofrzarse en los primeros 10 minutos en 2 jugadas de los rojiblancos.
Poco a poco, el Barça ha ido imponiendo su superioridad sobre el campo ganando la batalla del mediocampo. Busquets, hoy sensacional, ha dado una exhibición. Con 20 años recién cumplidos, demuestra una veteranía impropia a su edad. Lo ha hecho todo bien. Ha ido al corte, ha distribuido bien, y ha puesto la pierna cuando era necesario, pero siempre con una inteligencia y sangre fría que asombra.
Fruto de este dominio y después de 2 ocasiones más o menos claras, ha llegado el 0-1 de Messi. Una obra de arte rubricada por la que es hoy por hoy, la mejor banda derecha del mundo. Pared de Leo y Alves con pase de tacón incluido del lateral, que deja solo a Messi ante Coupet que lo bate por bajo.
El gol ha dejado muerto a los madrileños y el partido se sumía en una superioridad azulgrana enorme. Los culés jugaban a placer y veían como poco a poco, su rival empezaba a desesperarse y a perder las formas. El único medio que tenian los colchoneros para parar el torrencial de juego culé, era el juego violento. Especialmente Pernía y Assunçao, humillados en la noche de hoy, han monopolizado las acciones violentas esta noche.
Con el 0-1 el equipo se ha ido a los vestuarios. Resultado corto visto los méritos de uno y otro. Y echando la vista atrás, muchos recordaban el partido de Liga de la temporada anterior, en el que con un Aleto muerto con 0-1, se acabó perdiendo 4-2. Era necesario matar el partido cuanto antes.
Pues dicho y hecho. La banda derecha volvía a ser decisiva. Centro de Alves medidísimo al punto de penalty para Messi que se ve derribado por Heitinga justo cuando iba a rematar. Penalty y roja para el holandés. Messi, de pena máxima, establecía el 0-2.
El partido parecía ya sentenciado, pero un error en la marca de Alves en la salida de un córner, ha permitido a Ujfalusi rematar solo para recortar distancias.
Se esperaba una reacción rojiblanca, pero este Barça está demostrando que a parte de saber jugar bonito, tiene oficio y un espíritu de competitividad que huele a campeón. Ha prohibido a los de Aguirre a utilizar un fútbol más directo y ha bajado el balón al suelo rovocando un rondo gigante. Ha parado cualquier atisbo de reacción atlética y a seguido a lo suyo.
Es justo detenerse en este instante para hablar de Messi. El estropicio que le ha hecho La Pulga a Pernía ha sido una de las mayores humillaciones que se han visto en las últimas temporadas. Ha hecho con el hispano argentino lo que él ha querido y más. Especialmente recordaremos ese no-gol. La finta, esa reacción de 0 a 100 en centésimas de segundo, los metros que le saca al lateral atlético en un visto y no visto y la sucesión de quiebros y fintas para tirar al larguero, ha rendido al público del Vicente Calderón a los pies del astro argentino.
Justo después de ese jugadón, ha llegado el 1-3, de Messi otra vez, quebrando a Coupet en una baldosa y marcando a placer. Messi, ya doctorado, camina directamente a la beatificación.
Acababa así el partido. La eliminatoria casi sentenciada aunque quedan 90 minutos más que habrá que disputar y ganar para evitar cualquier susto.
Suponemos que Guardiola hoy se irá a la cama especialmente satisfecho. Él cree en sus hombres y en el trabajo colectivo, mientras la prensa se alarma a la más mínima. A todos ellos recordarles la pregunta que Pep les formuló antes de ayer: ¿Y si ganamos?
¡No sabéis lo que nos gusta este Barça!
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