divendres, 30 de gener del 2009

CARECIENDO DE AUTOCRITICA




En apenas 24 horas, dos de los personajes más relevantes de la útima década de la historia del club han hablado para los medios de comunicación.  Núñez y Van Gaal han hecho gala de lo que quizás siempre han carecido, autocrítica.


En primer lugar, anteayer, se conocieron las primeras frases del libro que el bueno de Van Gaal está a punto de sacar a la venta. En un diario holandés, se pusieron en conocimiento unas cuantas perlas que el entrenador holandés plasma en el citado libro.



Según Van Gaal, “la clave del actual Barça son mis canteranos, son la razón por la cual el Barça está arriba”. Van Gaal hace referencia a los Xavi, Puyol, Valdés o Iniesta. Razón no le falta en decir que esos 4 jugadores son una parte importante, quizás vital, del actual vestuario barcelonista. Hasta aquí podemos estar de acuerdo a pesar de que parece excesivo que se otorgue un papel decisivo en este Barça.


Van Gaal desentona cuando hace referencia a las estrellas, a lo que él llama “vedettes”, de quienes dice que “pueden jugar muy bien, pero a menudo no tienen ganas de jugar como saben”y que comprativamente con los catalanes, “estos muestran un mayor grado de compromiso”


Juguemos pues al mismo juego que el señor Van Gaal y echemos la vista atrás. Primero, decir que en su primera etapa (1997-2000), la base del equipo no era catalana ni mucho menos. En esos 3 años, el desembarco de jugadores holandeses al Camp Nou fue masivo y todo ello, acompañado por jugadores del “vedette” de la índole de Rivaldo, Figo o Kluivert, que a la postre, fueron quienes acabaron por decantar la balanza para el lado culé en forma de títulos.


Fue en la segunda etapa, con Gaspart como presidente, en la que Van Gaal renunció por completo a contar con estrellas. Incluso, se permitió el lujo de rechazar a un Ronaldo en plena resurección argumentando que ya tenía a jugadores como Mendieta, L.Enrique o Geovanni para jugar de cara. El desenlace de su segunda etapa ya lo sabemos todos y no creemos necesario recordarlo a estas alturas.


Inisistimos que no le quitamos mérito a que Van Gaal apostase por promocionar jugadores de la cantera, pero no es justo que se cuelgue las medallas ya que después de su paso por can Barça, ha habido otros entrenadores que han conseguido afianzar esos jugadores en Primera División, tarea que no deja de ser menos difícil que el primer ascenso. Xavi por ejemplo empezó a ser el Xavi actual con Antic primero y con Rijkaard después, Valdés maduró en la portería de la mano de Rijkaard y Puyol jugó de central por primera vez con regularidad con Radomir en el banquilllo.



El segundo en hablar fue el “pecident” Núñez. Ayer, con motivo del entierro del ex presidente de la RFEF, Pablo Porta, no desaprovechó la ocasión que le brindaron los micrófonos para romper su silencio.
Le pusieron el anzuelo de Florentino Pérez como modelo de gestión deportiva y como no, el rumor del posible intento de llevarse a Messi a la casa blanca. Núñez, en un ataque de amnesia, afirmó que “Yo nunca fiché a un jugador de un equipo grande. Eso no es gestionar, es tirar el dinero”.


No hay duda que Núñez y Van Gaal son amigos y es fácil entender porque el uno siempre justificaba al otro.
Núñez parece tambien haber olvidado muchas cosas. A bote pronto, nos vienen a la memoria : Laudrup (Juve), Reiziger, Dugarry, Kluivert y Bogarde (Milan), Koeman (PSV campeón de Europa), Litmanen y los de Boer (el gran Ajax de los 90).. Todos ellos fueron firmados de grandes clubs europeos.


Muchos dirán que algunos de esos jugadores vinieron a coste cero o a coste muy bajo, pero lo que ahora Núñez ve como un pecado de gestión, en su día también lo hizo. Si, Núñez también tiró de talonario para traerse a jugadores como Ronaldo, Rivaldo, Maradona, Sonny Anderson, Vitor Baía o el mismísimo Ronald Koeman.


Núñez y Van Gaal parecen condenados a ir de la mano hasta la eternidad. Este binomio tan peculiar que dio sus frutos en 2 exitosas temporadas, vuelve a pecar de lo que quizás fue el detonante de su sonado divorcio; la falta de autocrítica.


Hablar a toro pasado es muy sencillo, pero también es peligroso cuando la memoria te juega una mala pasada. Hay veces en las que es mejor acogerse a las 3 máximas que desde bien pequeño se nos inculcan: oir, ver y callar.


No sabéis que rabia nos dan los oportunistas!


The Digital Garden



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