La metamorfosis que está viviendo el Barça este año está contagiando a muchos jugadores que hace exactamente un año estaban en el ojo del huracán de todos. El caso de Samuel Eto’o quizás sea el mejor ejemplo para ilustrar las ilusiones renovadas en un vestuario viciado de éxitos.
El de Eto’o quizás se el ejemplo más comentado, pero hay otro caso que no deja de ser menos destacable: Thierry Henry.
Hace 5 meses, todos coincidíamos en que el francés era más un obstáculo que un activo para el entonces Barça de Frank Rijkaard.
Sus enésimas molestias en las lumbares sirvieron de paraguas para justificar su bajo rendimiento en el tramo inicial de la temporada, pero a medida que la competición avanzaba, las críticas empezaban a volverse cada vez más feroces.
A todo esto, su relación con la prensa no era la mejor. Cada vez que comparecía ante la prensa, picaba en el anzuelo que los periodistas le ponían. Sus explicaciones (basadas en su vida personal) sonaban a justificación. Thierry no cumplía con las expectativas que habían generado un fichaje, que fue capaz de reunir a 50.000 personas en el Camp Nou.
El antídoto de Laporta para calmar a la afición después de perder aquella Liga de manera incomprensible, parecía no dar señales de vida.
A pesar de no registrar una mala hoja de servicios con 19 goles en su haber, siendo el máximo goleador del equipo, Henry aparecía en varias quinielas para salir del FC Barcelona el pasado verano.
Pero al igual que muchos compañeros del francés, Henry ha parecido resucitar de la mano de Pep Guardiola. Su actual entrenador le profesó confianza ciega desde el primer día, y a pesar de que Pep contaba con él como el 9 titular, el desenlace del culebrón Eto’o, le relegó a la banda izquierda, posición un tanto controvertida para él.
Este año Henry parece ser otro. Cierto es que no es aquella gacela que se exhibía semana tras semana en Inglaterra. Su edad y su condición física han limitado su rendimiento. La ley de la vida no pasa en balde ni a los más privilegiados.
¿ Pero cuales han sido los principales factores de la recuperación de Tití?
En primer lugar, no es lo mismo jugar con un equipo en decadencia, que en un equipo lanzado al campeonato. Además, la mala temporada de Henry la temporada anterior, sirvió para que las expectativas acerca de su rendimiento bajasen por completo. Es palpable que el entorno parece haber entendido que el Henry que triunfó en Highbury no volverá y lo valora en función de sus logros en el presente, y no en el pasado.
Por otro lado, el aspecto físico es fundamental en un delantero. La prematura baja de Eto’o le obligó a adelantar su entrada en el equipo, arrastrando así, molestias toda la temporada. No sabemos si ocasionado por eso o no, Henry era incapaz de desbordar en el 1 contra 1 y era desesperante ver como cualquier jugador rival le superaba en velocidad.
El Henry de ahora, está mucho más ágil y veloz en sus movimientos. Sus molestias parecen haber remitido, y eso su tipología de juego, lo agradece.
Por último, resulta importante que el sistema ofensivo del Barça de Pep sea flexible. Henry sabe que no está condenado a la banda los 90 minutos. Eso provoca que intente más cosas durante un partido y juegue en posiciones en las que se sienta más cómodo. Prueba de ello es el gol ante el Depor, rematando desde la posición de ariete.
Henry está demostrando ser un jugador que se ha sabido amoldar a las limitaciones que su edad le pone. Consciente de que ya no es jugador de últimos 40 metros de campo, Henry ahora sabe que su rol es aprovechar los balones que le lleguen en las inmediaciones del área. Y lo ha conseguido. Está a tan solo 7 goles de igualar su registro de la temporada anterior. Pero es que además de eso, aporta mucho al juego del colectivo. Hacer que nadie echase de menos a Iniesta cuando el manchego estuvo lesionado, está al alcance de muy pocos.
Henry conserva la clase de siempre, pero ha sabido reciclarse. Nos alegramos por el bien del Barça y del fútbol en general.
¡ No sabéis lo que admiramos a Henry!
The Digital Garden
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