4 meses después del polémico partido de Liga entre Espanyol y Barça, los 2 equipos de Barcelona se vuelven a encontrar. Esta vez en los cuartos de final de la Copa del Rey.
En estos 4 meses las trayectorias de los 2 equipos han dibujado trayectorias totalmente opuestas.
En aquel partido, los pericos sacaban pecho de que sacando los 3 puntos adelantaban al Barça en la clasificación. 4 meses más tarde, el Barça le saca 35 puntos a los pericos, estando estos últimos en zona de descenso, mientras que el Barça domina la Liga arrasando a modo de infinitos records.
A pesar de esta superioridad, un derby es un derby y más en la situación actual. El reciente cese de Mané y la presentación de Pochettino como nuevo entrenador blanquiazul, debería suponer un revulsivo de carácter inmediato de cara al doble enfrentamiento con los de Guardiola.
Que mejor para los pericos que eliminar al Barça de la Copa y coger aire de cara a un tramo final de temporada que se avecina infernal para la parroquia españolista.
Ese debe ser la principal preocupación de Pep Guardiola a estas horas. Por plantilla y por estado mental y físico, los culés son infinitamente superiores a los pericos. De eso no hay lugar a dudas. Además, las bajas de Tamudo y De la Peña, merman más si cabe la capacidad perica de sorprender al Barça.
Pero todas estas desigualdades pueden relativizarse ante un rival que saldrá más motivado que nunca. Los jugadores querrán ganarse la confianza del nuevo entrenador y el mismo Pochettino querrá empezar con buen pie su periplo como entrenador del Espanyol. Una victoria ante el Barça, puede devolverles esa moral que llevan buscando desde la era Márquez y la brevedad de Mané.
Por eso el Barça mañana no debe bajar la guardia. Un rival herido con nuevo entrenador es doblemente peligroso. Por eso mismo, el enésimo discurso prudente de Pep está más que justificado.
Sobre el 11 inicial pocas cosas claras podemos sacar. Suponemos que Pinto seguirá como portero copero y que Bojan seguirá teniendo minutos. La duda recae en el resto de piezas. Imaginamos que Pep tirará de vacas sagradas para sacar un buen resultado de Montjuic. Una alineación similar a la del Calderón sería lógica y de garantías para darle la puntilla a un Espanyol que navega sin rumbo alguno y que espera encontrarlo mañana.
Partido de alto riesgo en todos los sentidos. Los cafres de siempre intentan desviar la atención y ganar la notoriedad que Laporta les ha quitado durante su mandato.
Por el bien del fútbol y de un derby que promete, que no tengamos que hablar de ellos.
¡No sabéis las ganas que tenemos de derby!
The Digital Garden
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