Hace 1 mes, nadie de nosotros podía imaginarse que el partido de mañana en Mallorca sería tan importante como ahora parece ser.
En la ida todo pareció dejarse visto para sentencia y nadie parecía confiar que el Mallorca pudiese dar un susto al Barça repitiendo el fatídico episodio de Getafe.
4 semanas después, y en pleno bache de resultados, el Barça aterriza en Palma con demasiadas dudas en sus espaldas. A los malos resultados y el bajón de juego tan evidente, se le suman una afición demasiado inestable y un entorno poco tranquilizador.
Que se dude de un equipo que ha batido todos los récords en la primera vuelta, está solo al alcance de este club.
No se dan cuenta, que esos mismos que dudan, luego se enfadan cuando leen el Marca o escuchan a Boluda, cuando son ellos mismos quienes facilitan las provocaciones madridistas.
Por eso mismo, parece que Pep Guardiola ha cambiado totalmente su estilo. La rueda de prensa de hoy, quizás la más agresiva desde que es el entrenador del primer equipo. A sabiendas de que hay mucho culé desagradecido y miedica, a sabiendas de que desde Madrid están desprestigiando al equipo que tan felices nos ha hecho y a sabiendas de que el equipo puede estar un tanto bajo anímicamente hablando, Guardiola ha confesado que “El fútbol se analiza día a día y sabemos que venimos de dos derrotas, pero confío en el equipo, en que lo podemos arreglar y que volveremos a ganar. Somos candidatos a ganar la Liga, es lo que siento y por eso lo digo. Puede que si no ganamos me 'coma' mis declaraciones, pero es lo que pienso”.
Pep pone un poco de grandeza a toda este embrollo.
Se acabó la prudencia, se acabó el medir las palabras y el poner agua en el vino. Pep ha visto que el entorno (muy triste viendo que muchos aficionados han contribuido a ello) ha dejado que el madridismo (con Marca a la cabeza, ese diario de todos) se suba a la chepa del barcelonismo y ha pegado un manotazo encima de la mesa. “Somos el líder y nos deben respetar” habrá pensado el de Santpedor.
Estas declaraciones llegan en el momento adecuado. Justo a tiempo para llenar de moral a un vestuario un tanto herido y a una afición, exageradamente preocupada.
El Barça tiene la renta de un 2-0 en el partido de ida y marcar un gol supondría casi certificar el pase a la final de la Copa. A pesar de que en Mallorca se toman la licencia de soñar, al Barça no debe temblarle el pulso mañana en el Ono Estadi.
Iniesta vuelve a la convocatoria. Un oportuno globo de aire fresco, justo para oxigenar a la maquinaria.
La duda estará en si Guardiola tirará de un 11 copero o si usará más titulares de los que ha venido usando hasta la fecha en la Copa. Todo indica a que será algo intermedio. Es decir, una alineación parecida a la que se puso en liza en la vuelta contra el Espanyol, con Bojan, Hleb y Cáceres, pero también con Messi o Xavi.
No debe cundir el pánico pero si hay que respetar al Mallorca. Aquí no se chorrea a nadie ni se suman puntos sin haberlos jugado. Pero que tampoco nos tomen por inocentes. A tan solo 90 minutos de distancia se encuentra Valencia. Una final a tan solo hora y media. Desde el 2006 que el Barça no disputa una. ¿ Es el momento ahora de dar la espalda al equipo? En absoluto, es ahora cuando hay que agradecerles todo lo que nos han hecho disfrutar ahora en forma de apoyo y sufriendo con ellos.
Tengamos un poco de amor propio.
¡No sabéis las ganas que tenemos de ir a Valencia!
The Digital Garden
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