En la final de Copa, con un empate a 1 conseguido en campo contrario en los Octavos de Champions, primero en Liga con 4 puntos sobre el R.Madrid a falta de 13 jornadas. ¿ Una situación idílica? Lo sería en circunstancias normales, pero lo veremos desde el lado oscuro, plasmándose en un escenario catastrófico durante los próximos días.
Y es que nada de lo que está haciendo el Barça está temporada es normal. Nada. Ni el juego galáctico de la primera mitad de la temporada, ni el juego circense que está desplegando en las últimas 3 semanas. Ni que Pinto fuese el héroe de la Copa. Lo dijo Guardiola hace mucho, tocará sufrir y de lo lindo en la temporada. Vaya si tenía razón.
No hubo nada que contar ni que ver en la primera mitad salvo dos cosas. La primera un jugadón de Iniesta, en una de esas jugadas suyas que cuando terminan piensas que sería de este chico si tuviese gol. La otra dio sentido a la noche. Un golazo de Castro rompía los cagómetros culés y el miedo se apoderaba de todos.
Al contrario de lo que dijo Guardiola en la previa, el equipo salió a contemporizar. Siempre juntito, parece que es el primer error que quiere paliar Pep, el equipo no presionaba la salida del balón del rival. Cuando era él quien dominaba, todo era horizontal, salvo esporádicas apariciones de Bojan e Iniesta.
En balonmano le hubiesen pitado pasivo. Como esto es fútbol, el rival esperaba que una recuperación de balón para intentar atacar. La verdad que apenas tuvo que intervenir Pinto, pero, aunque parezca mentira, un gol puede venir de la nada. Así fue como Castro de un durísimo disparo de 30 metros la puso donde Pinto no podía pararla.
La afición del Mallorca soñaba con la hazaña, veía como la revancha de la final de copa del 98 tomaba forma. Por el contrario, en Barcelona quien no quería quemarlo todo, se tomaba una tila para prepararse ante el sufrimiento que supone mantener una renta de 1 gol en campo contrario en solo 45 minutos.
Pero si alguien aún confiaba en no sufrir demasiado, pronto vio que estaba equivocado. Un penalti señalado a Cáceres, que conllevó expulsión, hizo saltar todas las alarmas. Aquí es donde el fútbol adquirió tintes de leyenda, y apareció Pinto para detenerlo. Decimos leyenda porque en Barcelona alguien dudaba en si el andaluz jugaría o no la final de Copa. Suponemos que el debate se habrá cerrado, aunque los habrán que pidan su titularidad en liga…
Para arreglar lo que parecía no tener solución, Pep tiro de Messi, que salió por Bojan. Con el argentino en el campo todo se ve diferente. A pesar de algún susto del Mallorca, pronto Messi decantaba la eliminatoria para los visitantes. Fue en una jugada marca de la casa que fue cortada por Josemi bruscamente. Roja para el bermellón y 10 contra 10 en los 30 últimos minutos.
Aquí el Barça se pareció a sí mismo. Con Márquez en la retaguardia, el balón salía más fluido. Toure cogió los mandos y Messi tenía espacios para hacer diabluras. No fue un excelente Barça, pero Alves subía, los interiores llegaban y apenas el Mallorca creaba peligro. Pero el gol no llegaba y el abismo estaba cerca.
Pero el flotador que supone para el equipo Messi salió al rescate. Un fallo de la defensa local, quizá producida por el viento, dejaba al argentino solo ante el portero. No falló y puso el empate que daba la clasificación a la final al Barça, que desde el 1998 no disputaba, precisamente contra el Mallorca.
Lo mejor del día para el Barça es el marcador. El suyo y el del Ath.Bilbao El suyo porque la moral , a pesar de sufrir, se verá reforzada. El de los vizcaínos, porque el sábado espera un equipo que llegará resacoso y exhausto después del espléndido partido que han disputado contra el Sevilla y que con el 3 a 0 han apeado al Sevilla.
Ganando la “ previa” a la final de Copa y el miércoles contra el Lyon, las cosas se verán de diferente forma. Pero tiene que suceder. Con este juego, nada es seguro , ni mucho menos fácil. Prepárense para emociones fuertes. El primero objetivo se ha conseguido. Por desgracia, los más difíciles aún están en juego…
Ni sabéis como hemos sufrido…!!!
The Digital Garden.
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