Pues va ser que no. Esta Liga si la quiere ganar el Barça va a tener que sudarla y de lo lindo. A pesar de lo mal que pueda parecer que este el Madrid, el gran rival azulgrana no dará la Liga hasta que la vea matemáticamente imposible. Su contundente victoria hoy en San Mamés no hace otra cosa que poner más presión a los de Guardiola.
Con un mes de abril plagado de partidos decisivos, se antoja clave llegar a él con la misma diferencia que había el sábado a las 10 de la noche. Es decir, 6 puntos. De no ser así, el Barça disputará una final cada 3 días desde abril al final del campeonato. Y todos sabemos que hay jugadores claves que no aguantarán este ritmo.
Consciente de las limitaciones, Guardiola ha sido tajante diciendo que “ no somos ni casi perfectos”. Ejerciendo de nuevo de contrabalanza, el técnico culé pone los pies en el suelo a sus jugadores y al entorno. Pero esta vez fue más allá y , por primera vez, desveló sus planes para el futuro.
El partido contra el Almería servirá a Pep para “ver cómo responderemos ahora y en el futuro, porque no tendremos mucho descanso”. De esta afirmación sabemos en qué se fijará Pep. Dependiendo como respondan algunas piezas, las rotaciones en abril serán habituales. Y, a estas alturas, rotar en Liga puede significar perder algún punto.
Algo que es normal y lógico, pero que con un Madrid sumando puntos y sin perder desde hace 12 partidos en Liga, puede costar caro. Pero bendito problema el encontrarse a estas alturas con posibilidades reales de ganarlo todo. Ya nos gustaría estar a los culés cada año en la misma situación.
En el camino del Barça se cruzará un viejo enemigo. Esta vez desde los banquillos, Hugo Sánchez buscará fastidiar los sueños culés y, de paso, ayudar a su Real Madrid a seguir ganado títulos, haciendo méritos para sentarse en un futuro próximo en el banquillo de Chamartín.
Su Almería no conoce la derrota en casa desde que él tomó las riendas del equipo, por lo que el partido exigirá lo mejor de los Pep Show Boys. Guardiola recuerda que para que no suceda lo acontecido en Lyon ni en el Manzanares, “donde no llegue uno, llegará otro”, haciendo hincapié en la fuerza del grupo para ganar partidos.
El Barça no se puede dejar ir en la Liga. De lo contrario el Madrid no dejará escapar el regalo, ya que es como los tiburones, si huele sangre, mata a la presa. No exigirá nunca Pep la victoria, pero sí el dar el máximo. Veremos cuanta gasolina tiene el equipo y a cuantas revoluciones puede poner el motor.
No sabéis lo que se avecina!!!
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