dilluns, 11 de maig del 2009

ANDRÉS QUIERE CURARSE OTRA HERIDA




                         


 


 


Todavía no estamos recuperados de los momentos de angustia que hemos pasado esta noche y parte de esta mañana esperando el diagnóstico final sobre la lesión de Andrés Iniesta.


 


Tras finalizar el partido, todos empezamos a sudar, a sufrir. En una de las últimas jugadas del partido de ayer, Iniesta siente un pinchazo en el muslo de su pierna derecha. Andrés sabía lo que le había pasado: una lesión muscular. La tercera en lo que va de temporada.


 


Iniesta abandonaba el terreno de juego cabizbajo y no precisamente por el gol de Llorente, sino porque sabía que ese dolor le podía dejar sin 2 de los momentos más esperados de toda la temporada; la final de Valencia y la más importante, la finalísima de Roma.


Y es que el destino pretendía ser cruel para el de Fuentalbilla. Y es que la cicatriz que le quedará en la pierna cuando la microrotura sane, no será ni la mitad que la que le dejó el ser suplente en París.


Es sabido por todos que la decisión tomada por Rijkaard y Ten Cate de alinear a Van Bommel por delante del canterazo no sentó nada bien ni al propio jugador ni al entorno del mismo, quien ese mismo verano, flirteó con la candidatura de Juan Palacios, candidato a presidir el palco del Bernabéu.


 


Gracias a Dios, Andrés tomó la decisión acertada y cuando todo parecía preparado para que Iniesta capitanease al equipo en el Olímpico de Roma, un nuevo escollo se interponía en el camino de Iniesta hacia la gloria europea.


 


Pero esta vez, el crack azulgrana podrá cicatrizar la herida creada aquel glorioso 17 de Mayo de 2006. Iniesta esa noche fue el revulsivo, quien cambió el ritmo del partido y quien acabó solventando la papeleta al binomio holandés.  Esa Champions, a pesar de tenerla en su palmarés, la tiene clavada dentro de su orgullo. Había sido el mejor, de largo, en la semifinal ante el Milan y había dado un recitaL el estadio de la Luz en Lisboa y todas las quinielas apuntaban a una titularidad del entonces 24 azulgrana. F


 


Por eso hoy Andrés estaba sonriente. El diagnóstico ha sido mejor del esperado y si todo va como lo esperado, el 8 azulgrana estará sobre el césped el próximo 27 de Mayo. Iniesta tenía una cita con la orejona desde el pasado miércoles y no fallará por nada del mundo.


 


Poco a poco, la perseverancia y la humildad con la que Iniesta hace gala dentro y fuera de los terrenos, van dando sus frutos. El gol en Stamford Bridge puede ser el primer premio por el buen trabajo y el buen hacer de Iniesta.. el poder participar en la final, otro… Ojalá no sea el último y Andrés pueda alzar la orejona sobre el césped del Olímpico de Roma sintiendo que, esta vez si, esa Champions, es suya y nadie más que suya.


 


¡ No sabéis lo que adoramos a Iniesta!



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