Por fin, primer match ball para el Barça de Guardiola en lo que va de temporada. Una victoria mañana ante el Villarreal supondría cantar el tan ansiado alirón.
Han sido muchas tardes de disfrute y muchos litros de baba segregados ante las infinitas obras de arte rubricadas por el equipo azulgrana. Nos llevábamos alegrías a la cama, nos quedábamos embobados en la tele viendo la repetición de las jugadas y los goles. Pero el partido de mañana, de ganarlo, nos llevará más allá de la mera admiración. Nos llevará a poder cantar, por fin, y por primera vez en la historia de The Digital Garden, un título.
Esta situación llega en el mejor de los momentos posibles. Primero porque se plantea la posibilidad de poder ganar la Liga en casa, delante de la afición. Los 3 últimos títulos, se consumaron en Vitoria, Valencia y Vigo, así que nos tenemos que remontarnos hasta la 97-98, cuando un gol de Giovanni ante en Zaragoza, brindó el título liguero a todo el público barcelonista. Llamarnos románticos si queréis.
En segundo lugar, cerrar mañana la Liga significa un desahogo importante viendo la que se avecina. Con la final de la Champions (que bien suena por cierto) en el horizonte, Pep Guardiola agradecerá poder utilizar piezas no tan habituales para los partidos que restan para acabar la temporada.
Dar descanso a primeras espadas con vistas a la gran final de Roma es un privilegio que nos lleva ser partidarios de salir con todo ante el Villarreal. Pedimos un último esfuerzo. Entendiendo que la final de Copa se intuye como un partido en el que Guardiola mezclará suplentes con titulares, el partido ante los castellonenses debe ser el último partido antes de Roma, en el que el Barça no reserve ni un solo titular.
Para que, una vez pasada la final de Copa, que ni Messi ni Iniesta y compañía no jueguen ni un solo minuto, mañana se debe ganar. Y para ello, deben jugar los mejores.
Por último se avecina un ambiente espectacular en el Camp Nou. Desde ayer que no queda ni una sola entrada. La gente tiene ganas de gritar por fin, que son campeones y acabar de una vez, con esa cancioncita que cantaba que todavía no se había ganado nada.
Lejos quedan ya esos momentos de tristeza y de decepción tras decepción. Lejos queda el Tamudazo, el pasillo, las molestias de Ronaldinho, la garra de Deco y el espíritu de Juanito.
Los remeros y su cofradía creada en TDG en su anterior etapa, contemplan descansados y orgullosos, como un trabajo en el que ellos han tenido mucho que ver, está a punto de hacerse realidad. Quedan olvidados aquellos remazos con más corazón que cabeza.
¡Ya era hora! Y si no es mañana, será la semana que viene, pero será!
No sabéis las ganas que tenemos de “Ligar”!
The Digital Garden
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