Aunque parezca mentira por todo lo sufrido, por todas las alegrías y tristezas que el cuerpo acumula, el partido contra el Ath. Bilbao es la primera final de lo que va de año, el primer título en el que se podrá tocar la copa con los dedos…aunque también es la primera vez que el equipo puede ver como se le esfuma algún trofeo.
Se enfrentan en Mestalla dos conjuntos que llegan de muy diferente manera al partido. El Ath.Bilbao, que lleva jugando la final desde hace más de dos meses, con todo lo bueno y malo que ello comporta. El Barça está cansado mental y físicamente, pero con tanta o más hambre de hacer historia que su rival.
Que no le quepa duda a nadie que las batallas que llevan combatiendo los Pep Show Boys desde mediados de abril pesan y mucho. Pero que nadie venda que los jugadores de Caparros tienen más sed de triunfo que los de Guardiola. Así lo reconoce el utrerano, que ha afirmado que ve a los blaugrana con “hambre de títulos”.
Para conseguirlos Guardiola ha pensado que lo mejor es no pisar Valencia hasta mañana al mediodía. Esto es la primera consecuencia del camino que ha llevado al Barça a poder entrar en el selecto club ganadores de la Liga, Copa y Champions en un mismo año.
Por eso, Pep piensa que lo mejor es que sus hombres estén relajados hasta poco antes del encuentro y que adquieran ''La tensión, desde el calentamiento”, ya que el equipo tiene “una enorme carga, no sólo física, sino también emocional”. Sino fuese por todo esto, Guardiola ha reconocido que ya estarían en Valencia.
En lo estrictamente futbolístico, se presenta la final como un duelo de estilos. El de los vascos que representan el juego directo, buscando las transiciones rápidas y las segundas jugadas. El Barça es todo lo contrario. Como siempre, buscará la elaboración paciente, el juego por las bandas y la velocidad en la circulación de balón.
Un equipo ordenado a través del balón, los otros a través de la presión. Un equipo representa lo “bello”, el otro la “pasión”. En cada uno de los entrenadores podemos ver sintetizado las virtudes y defectos de los equipos. El reflexivo Guardiola frente al combativo Caparros.
Saber que jugadores que posarán ante los fotógrafos cinco minutos antes del partido es una de las incógnitas mejor guardadas por el Barça. Si en el Ath. Bilbao el 11 está claro, Guardiola ha sido muy ambiguo y no ha dado ninguna pista en la habitual rueda de prensa previa al partido.
Así, ha reconocido que todos los jugadores de su plantilla” se merecen jugar la final”, dejando abierta la puerta a cualquier especulación. Incluso ha ido más lejos…diciendo que él “ también se merece jugar unos minutos”.
Al final del partido se sabrá si el triplete habrá sido un sueño hermoso o será una fantasía con altas dosis de convertirse en realidad. Se sabrá si la “Gabarra” sale a la ría después de 25 años sin aparecer.
Al final del partidos, unos reirán y otros llorarán. Pero seguro que todos, habremos disfrutado de un partidazo entre dos históricos que han contribuido a durante más de un siglo a que el fútbol sea el deporte más popular del planeta.
No sabéis que ganas tenemos de celebrar un título!!!!
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