Lo que se preveía una fiesta, fue un duro partido, de mucho desgaste y con dos jarros de agua fría al final. El primero el gol de Llorente en el descuento que provocaba que la Liga aún no tuviese campeón. El segundo la lesión muscular de Iniesta, y que a falta de la confirmación de mañana, lo deja como duda para Roma.
Después de 3 batallas en 7 días, apoyado por más de 95000 personas, el Barça fue capaz de dominar por fútbol y físico a un rival como el Villarreal, que salió con todo, sin especular, para ver si enfrente se encontraba con un equipo fundido y relajado, aunque no encontró premió a su esfuerzo.
Salió el Barça a sentenciar rápido, antes que las piernas pudiesen dar signos de fatiga. Keita con un zapatazo en el minuto 11 hacía sonar los primeros gritos de campeones en el estadio, que tanto ha costado contener en los últimos encuentros en el Camp Nou.
Acto seguido los de Pellegrini cogieron el balón, se dedicaron a moverlo y desde la posesión, maniataron al Barça. Fueron 15 minutos de dominio que se materializaron en el gol de Llorente en el minuto 26. Una pérdida de Toure en su propio campo, fue aprovechado por Ibagaza para llevar una contra perfecta, que ponía el 1 a 1 en el marcador.
Pero los hombres de Guardiola, a aparte de fútbol tienen casta. Reaccionaron al desafío lanzado por el Villarreal y volvieron hacerse dueños de la pelota. Pero está vez ya no la soltarían hasta el descanso. Fueron 20 minutos que les sirvieron para hacer dos goles y, sentenciar la Liga.
El 2 a 1 lo anotó Eto’o, que siempre aparece en estas ocasiones, aprovechándose de un magnífico pase de Iniesta, que rebañando un balón desde el suelo en el área pequeña se lo puso en bandeja al hermano. El 3 a 1 fue obra de Alves que con una falta directa, que cerraba el aluvión de fútbol del Barça que pudo acabar con más goles, ya que primero Samuel y luego Messi tuvieron ocasiones para ampliar la renta.
En la segunda mitad, Pellegrini ordenó retrasar líneas a sus hombres, protegiendo un poco más la defensa y cediendo la iniciativa al Barça, buscando un poco reproducir el esquema del Chelsea. Pero se olvidó de un detalle, los londinenses tienen un físico inigualable. No evitó que el Barça continuase llegado, teniendo ocasiones para dejar los 107 goles del Madrid de Toshack más cerca.
Pero el destino tenía preparado una sorpresa y de las gordas. Parece ser que, una vez más, el Barça celebrará el título de Liga fuera de casa. Dos goles del Villarreal empataron el encuentro cuando todo el estadio ya había cantado el alirón en repetidas ocasiones. Parece que la contención de la euforia que dice Guardiola se está haciendo demasiado larga.
Primero marcó el Villarreal de penalti. Para que la desgracia fuese completa, Abidal fue expulsado, con lo que se perderá también la final de Copa. El gol del empate llego ya en el descuento, con un golazo que hizo Llorente y que provocó que el sonido del silencio retumbará por todas las partes del Camp Nou y que volvieron a dar la razón a Guardiola.
Pep lleva repitiendo día tras día que los partidos no terminan hasta el final y las competiciones no se ganan hasta que te dan la Copa. Con todo lo hecho por el equipo, y cuando faltan solo 3 semanas para comiencen las vacaciones, el Barça aún no ha llevado ningún trofeo a las vitrinas del museo. La lección de hoy la recordará Guardiola durante mucho tiempo.
Pero no todo es malo. En los tiempos que corren, el sexo tántrico está de moda. Se basa en el que el viaje es todo, y una vez alcanzada la meta, el viaje ha finalizado, retrasando el orgasmo lo máximo posible. Realmente no lo hemos experimentado nunca…Pero no pensamos que lo que nos está proporcionando el Barça se aleje demasiado de eso.
No sabéis que cara de bobos tenemos!
The Digital Garden
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